[B2] Si puedo ayudar a mi esposo villano no tan villano lo ayudaré

Capítulo 268

Reunión

La noticia de que Tang Jin Dong se había gastado 700 millones en un terreno sin uso no tardó en extenderse por los círculos de la clase alta, mucha gente se rió y discutió la noticia en privado, e incluso algunos de los miembros de la alta burguesía mejor relacionados con Tang Jin Dong le llamaron para reírse de él.

    Tras enterarse de que Xiao SuiAn se había burlado de él, Tang Jin Dong le guarda rencor por el incidente y está decidido a vengarse.

    "Señor Tang, Xiao Sui An debe estar muy a la defensiva estos días, así que no se apresure todavía, espere un tiempo antes de tratar con él."

    Cuando Yi Shi vio los ojos rojos de Tang Jin Dong y el crujir de sus dientes cuando hablaba de Xiao Sui An, le preocupó que actuara impulsivamente y le advirtió inmediatamente.

    Naturalmente, Tang Jin Dong comprendió lo que quería decir Yi Shi y respiró profundamente: "Lo sé."

    ¡Él y Xiao SuiAn están luchando hasta el final!

  Chu Yan no tuvo ningún anuncio en los últimos dos días, por lo que se quedó en casa para descansar, pero Xiao Sui'an estaba ocupado. Normalmente estaba en casa a las cinco, pero en los dos últimos días, llegó a casa a las ocho o las nueve.

    Cuando llegó la noche, Xiao SuiAn aún no había salido del trabajo, así que Chu Yan cenó primero, luego subió a su habitación, se duchó, se puso el pijama y se sentó en la cama.

    Xiao SuiAn no tardó mucho en terminar el trabajo. En cuanto entró a su habitación, vio a Chu Yan sentado en la cama bajo la tenue lámpara de cabecera, mirando su teléfono móvil, toda la escena era cálida y acogedora.

    Realmente se siente bien tener a alguien esperando a que vuelvas a casa.

    La mirada de Xiao SuiAn se suavizó al instante mientras extendía la mano y se aflojaba la corbata, luego se desabrochaba el traje, se quitaba la chaqueta y la tiraba en la cesta de la ropa sucia.

    "¿Has cenado ya?"

    Chu Yan dejó el teléfono y levantó la vista para mirar a Xiao Sui'an.

    Xiao SuiAn negó con la cabeza: "No he tenido tiempo de comer todavía, he vuelto directamente después de terminar los negocios."

    "¿Realmente planeas volverte inmortal si no cenas?" Chu Yan frunció el ceño con desaprobación, luego se puso las pantuflas, se puso de pie y estaba listo para salir.

    "¿Qué vas a hacer?" Xiao SuiAn tomó la muñeca de Chu Yan y preguntó en voz alta.

    Chu Yan miró a Xiao SuiAn con impotencia: "¿Qué otra cosa puedo hacer? Bajar a prepararte la cena. De lo contrario, vas a tener hambre toda la noche"

    Sólo entonces Xiao SuiAn le soltó la mano, con los labios ligeramente curvados: "Olvídalo, no pasa nada sino como."

   "Eso no es bueno, la gente como tú, que está ocupada con el trabajo todos los días, es más probable que sufra de problemas estomacales porque no come", dijo Chu Yan de una manera rara y estricta, ya que no quería que su amado tuviera ningún problema con su cuerpo. "No lo complicaré demasiado, sólo te haré un arroz frito con huevo."

    Al escuchar el tono incuestionable de Chu Yan, los labios de Xiao Suan se movieron ligeramente, pero finalmente se comprometió. Bajó a la gran cocina con Chu Yan y vio cómo preparaba un arroz frito con huevo, cuyo olor fragante llenó al instante toda la cocina.

  Xiao Sui'an extendió la mano y tomó el arroz frito dorado, los huevos dorados de tamaño desigual y las cebollas verdes salpicadas sobre el arroz. Solo mirarlo hace que el apetito de la gente aumente considerablemente.