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-Lo siento Niall, he esperado demasiadas semanas por ti, ahora te toca a ti sufrir por lo que yo pase; saber que tu pareja vive en la misma casa pero que te ignora o que simplemente ve otras cosas más interesantes que a ti, levantarte todos los días sólo, pasar el día sólo sin nadie a quien contarle tu día o simplemente alguien con quien comer o reír, ver que cuando llegas a casa no hay nadie o por lo menos nadie que te escucha o te ve, porque sí, hay alguien, pero solo su físico; irte a la cama también sólo, sintiendo la cama fría, en la misma que te despiertas en la mañana y sigues estando sólo y te preguntas si tu pareja durmió contigo o solamente es que se acostó tarde y se levanto temprano- digo sintiéndome tan triste -lo siento Niall pero ahora te toca a ti- digo y salgo de la casa dejándolo sólo como él ha hecho conmigo pero a diferencia de él yo siento como si tuviera un vacío dentro de mi por dejarlo así.

...

El domingo no resulto ser tanto mi día como quería, después de salir de casa me sentía tan vacía que lo único que quería era volver y abrazar a Niall, pero no lo hice por dos razones: la primera, ¿cómo podría asegurar que Niall no volvería a su estudio cuando yo entrara por la puerta?; la segunda, estaba cansada de ser yo la que siempre estaba detrás de Niall, buscándolo y queriéndolo conmigo, era momento de que sintiera lo que yo siento y de que él diera el paso; sé que puede sonar que soy rencorosa o vengativa pero no podía aguantar más esta situación, así que ahora le toca sufrirlo a él.

Cuando volví a casa estaba todo apagado como si no hubiera nadie, deje mi bolso en la sala y camine a la cocina para comer algo, cuando entre parecía la escena perfecta de una película romántica: había velas en la mesa, los platos perfectamente colocados con sus cubiertos y sus copas, una botella de vino en medio de la mesa y el aroma que había en la cocina decía que la comida estaría deliciosa; por el olor podía saber que había preparado mi plato favorito, así que llevaba horas en la cocina, no es un plato que se haga rápido. Al lado de la mesa se encontraba Niall, vestido muy elegante, como si de verdad fuera a un restaurante lujoso; me miro y separo una de las sillas de la mesa como pidiéndome que me sentara, yo negué con la cabeza.

-Ya cene- mentí, pero fue mi única respuesta y me acerque a la cocina, me serví un vaso de agua y lo cogí para llevarlo a la habitación, cuando iba a salir de la cocina la voz de Niall llamándome me detuvo, lo mire y pude ver como me miraba con angustia y pena, yo solo negué con la cabeza y me fui a la habitación.

Cuando Niall entro al cuarto yo ya estaba acostada así que hice que estaba dormida, sentí como se acostó después de cambiarse y como se quedo un rato mirándome como queriendo hablar, supongo que pensaría que de verdad estaba dormida porque no dijo nada y se durmió. A la mañana siguiente me levante antes que él, realice toda mi rutina mañanera y me fui al trabajo, no volví a la hora de comer sino que lo hice por la noche, cene sola ya que me imagine que Niall ya lo había hecho por la hora que era; anoche decidí que esta semana no volvería a media tarde como acostumbraba sino que volvería de noche, así ya habría pasado la hora a la que normalmente cenamos y también podía adelantar unos papeles del trabajo. Después de ducharme y cenar me senté en la sala para ver alguna película o serie, daba igual lo que fuera, solo quería retrasar la hora de irme a la cama para que Niall se fuera sólo. Cuando creí que era lo suficientemente tarde fui a la habitación y como pensaba, Niall estaba durmiendo, me acosté y a la mañana siguiente mi rutina volvió a empezar: levantarme temprano, hacer todo sola, no volver en todo el día y cuando volvía ya era de noche; esa fue mi rutina durante una semana completa hasta que llego el domingo, ese día desde temprano, antes de que se despertará Niall, salí de la casa; fui a visitar a mi madre y pase el día con ella, pocos domingos iba con ella así que pregunto por ese cambio, no quería entrar en detalles así que solamente le conté que Niall estaba componiendo.

Cuando llegue a casa, ya casi de noche, un Niall triste y con los ojos rojos me recibió en la sala, no me gustaba verlo así pero yo entendía mejor que nadie como se sentía porque yo me sentí igual; se acerco a mi cuando deje mi bolso en la sala y me entrego una llave en la mano.

-¿Qué es esto?- pregunte sin comprender de que era esa llave, ¿se iba a ir de la casa o estaba insinuando que yo me fuera?

-Es la llave del estudio- susurró quitando algunas lágrimas de su rostro -puedes cerrarlo o abrirlo cuando tu quieras, tu decidirás cuando entrare en él o si no quieres que entre- cogió aire y siguió hablando -ahora mismo esta cerrado, todos mis instrumentos y cosas de la música están dentro, puedes comprobar la casa entera y verás que no miento- suspiro y vi como más lágrimas caían por sus mejillas -tú puedes hacer lo que quieras pero por favor no me dejes, no me hagas pasar otra semana como la última que pase, entiendo como te sientes y puedo imaginar como has estado este último mes, yo solo lo sentí por una semana y me siento tan perdido, tan abandonado y tan sólo- para el momento que termino de hablar ya tenía los ojos aún más rojos y las lágrimas ya recorrían todo su rostro; acerco sus manos a las mías como intentando tomarlas pero al no saber mi respuesta lo hacía con miedo, deje que agarrara una mientras que la otra la llevaba a su rostro e intentaba quitar las lágrimas que podía.

-En ningún momento fue mi intención verte así Niall pero esta situación no podía continuar- dije mientras él asentía con la cabeza, intento hablar pero no lo deje -yo no quiero que me des la llave del estudio, ni mandar sobre tu música, ni decirte que día puedes o no puedes componer- podía imaginarme lo difícil que era para él darme la llave del estudio, su música era su vida, pero yo solo quería compartir esa vida con él -solo quiero mantener nuestra promesa de que los domingos serán nuestros y los demás días podremos comer juntos e irnos a dormir juntos, despertar juntos y tener nuestra rutina mañanera- susurre limpiando sus últimas lágrimas, le devolví la llave en la mano y él me abrazo fuerte pegándome a él -quiero que todo vuelva a ser como antes- susurre en su oreja, vi que movió la cabeza afirmando.

-Todo volverá a ser como antes y te prometo que olvidaras todas estas semanas que me comporte como un idiota contigo- susurró haciendo que fuera yo quien afirmara con la cabeza ahora.

-Bueno, por lo menos quiero que me devuelvas los cuatro domingos que me debes- bromee refiriéndome a los cuatro domingos que me había ignorado en el último mes, oigo como ríe y eso me demuestra que estamos bien, que vamos a salir de esta situación, después de lo complicada que fue.

-Voy a llamar a tu jefe en este momento, voy a pedirle que te dé una semana de vacaciones- dice separándose de mi y yo lo miro sorprendida, veo que busca mi teléfono en mi bolso y lo detengo.

-¿Qué haces?- digo aún sorprendida por lo que dijo.

-Ya te lo dije, busco tu teléfono para llamar a tu jefe, te debo cuatro domingos así que le pediré que te dé una semana de vacaciones, los otros tres días corren por cuenta de la casa por hacerte sufrir tantos días- bromea y no puedo evitar reír, intento decirle que eso no es necesario pero no escucha, sonríe mirándome -¿hace cuanto que no viajamos a tu lugar favorito?- intento no reír y con eso ya sabe que ha ganado.

Después de una llamada a mi jefe, una llamada a su manager y los preparativos del viaje, estamos preparando la maleta porque salimos a primera hora de la mañana siguiente.

Aquí la última parte de este imagina

Espero que les haya gustado.

Muchas gracias por los votos y los comentarios ❤

Imaginas {Niall Horan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora