Dr. Otto Octavius (octopus)-Spiderman-

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720 palabras

-----Café-----

Había conocido a Otto antes de aquel accidente, yo trabajaba en una pequeña cafetería donde el doctor siempre pasaba cada mañana a comprar un emparedado y un café americano, algunas veces me dejaba alguna nota con un mensaje diciendo que tuviera un lindo día o como mi sonrisa iluminaba todo el lugar. Ahora podía decir que era su "protegida", cuando tuvo aquel incidente donde se convirtió en octopus pude conocerlo más, no era la persona que decían en los noticieros...

- ¿En qué piensas tn? -se sentó a un lado de mi- Te estuve llamando hace un momento

- Eh... en nada realmente, solo asimilada todo lo que ha pasado en este tiempo sabes, pero mejor dime ¿qué necesitabas Otto?

- Ya nada, pensaba en que podíamos salir... no me gusta que te tengas que quedar dentro de este lugar por mi culpa -rápidamente negué- bueno, aunque si no te gusta la idea de salir conmigo solo dilo...

- No es tu culpa y nunca digas que no quiero estar contigo -tome su mano- solo que me preocupa que te puedan ver...prefiero estar contigo en casa...


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-Tn, ¿dónde estabas? ¿porque mierda no contestas el móvil? -nunca lo había visto así de molesto- no puedes solo irte!!

-Eh...perdón Otto, me quede hablando con un amigo mientras hacia la compra...

- ¿Estabas con un chico? -arrojo algo una jarra de vidrio hacia la pared, el impacto un vidrio rozo mi cara dejando un leve hilo rojo- yo...lo...lo siento, no era mi...

- ¿No era tu intención?... Otto basta, creo que te di toda mi maldita confianza para que te comportes así

-Debes de entender...cuando me molesto no puedo controlarlo y eso siempre lo supiste...per sabes cómo te amo...

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Yo sabía de los sentimientos que Otto tenía hacia mí y evidentemente era mutuo, solo que nunca lo hablamos formalmente, podíamos tener una vida de pareja normal... solo dentro de casa, nunca me molesto eso por mi estaba bien, estar con el hombre que me hacía sentir segura y feliz era suficiente para mí... hasta que llegó este chico, un amigable sujeto que podía llegar a ser el tipo más torpe que había conocido, era como por fin tener ese hermano que nunca tuve.

- Tengo muchas dudas tn... ¿porque te fuiste a vivir con él? 

-Peter... entiende que yo estoy enamorada de él...es la única persona que tengo en este mundo es mi todo... -seque una lagrima-

-Entiendo... te puedes quedar aquí, yo dormiré en la habitación de al lado -dio una leve palmada en mi hombro- trata de descansar mañana le explicas a ese tipo lo que me dijiste hoy del cómo te sientes...

-Gracias Peter... -salió de la habitación-

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Esa noche no podía dormir, había una tormenta muy fuerte y el sonido de la lluvia contrala ventana me hacía imposible sentirme tranquila. Estaba a punto de dormir cuando mire a Otto en la ventada del balcón.

- ¿Qué demonios? ¿Qué haces aquí Otto? -hablaba casi en susurro-

-Yo lo lamento... no puedo alejarme de ti, te amo como no tienes idea...

- camine rápidamente hacia el para besarlo- Yo también te amo...pero debes de entender que puedo tener amigos que los tenga no significa que te vaya a dejar te amo como no te lo imaginas...

-Entiendo, solo no me dejes...

Me volvió a besar, pero en esta ocasión era un beso apasionado y necesitado, nos necesitábamos el uno al otro, pedía que Peter no escuchara nada. Por el momento caminamos hacia la cama mientras seguíamos en el beso, sus manos recorrían mi cuerpo acariciando casa centímetro de piel que se encontraba en su camino.

Me dejo caer sobre la cama, al estar ahí me puse de rodillas para poder desabrochar su pantalón, levanté la vista para poder verlo pidiéndole permiso con la mirada para hacer lo que tenía en mente, asintió levemente y sonreí. 

Relamí mis labios pensando en lo que estaba a punto de hacer, antes de hacerlo me empujo levemente hacia atrás para bajar el pijama que llevaba agradecía llevar aquella ropa interior blanca de encaje que Otto me había regalado unos meses atrás. 

Movió la ligera tela hacia un lado para introducir sus dedos, al inicio lo hacía lento, introduciendo dos dedos y con el pulgar acariciaba el punto más sensible y placentero de mi intimidad.

   La noche paso entre gemidos y sudor, entre estocadas fuertes y el sonido de besos llenos de lujuria.

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One Shots // multifandomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora