Capítulo único

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En mi tranquila mañana mientras observaba el cielo iluminandose con los rayos del sol, cuando yo contaba con unos 6 años de edad mis padres entraron lentamente a mi cuarto, una gran sonrisa se formó en sus labios, gesto que yo devolvi ya que sabía perfectamente de que se trataba esa gran felicidad.

La tienda que ellos soñaron en tener hoy inauguraba sus puertas. Me fijé en las manos de mi madre, Hellen, quien con cariño me paso una taza con algo en ella y con un tono suave habló.

- Mi amor, ya que hoy es un día tan importante queremos que pruebes y nos digas que opinas de este café, será un producto que se pedirá mucho por lo que es fundamental que sea excelente-

Asentí tranquilamente con la cabeza, agarrando con algo de fuerza la taza caliente que se encontraba frente a mi, suspire antes de tomar un gran sorbo. Al principio me pareció de lo más desagradable ese sabor tan amargo y fuerte, aparte que al estar salido de la cafetera lo caliente de la bebida hizo arder mi garganta y lengua, quejandome en voz baja mientras volvia a dirigir el alimento de nuevo a mis labios.

Tras terminar lo que habia en la taza por respeto a mis padres, sentí una sensación algo rara, a pesar de haber odiado ese sabor tan peculiar algo me hizo extrañar esa tasita llena, ese sabor, esa sensación, quería experimentarla de nuevo, un vacío apareció en mi estómago y mordiéndome con una leve fuerza la piel algo reseca de mis labios extendí la taza ya vacía en busca de más, lo que hizo que mis padres rieran a lo bajo y obedezcan el pedido.

Nivel de cafeína: 15%

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- Hey Tweek, ¿qué tal todo amigo?-

Me saludó amistoso Stan, temble al escuchar aquellas palabras apretando un poco un termo con café que tenía en las manos con una estampa del logo de la tienda de mis padres.

Ya había consumido 3 tazas en el transcurso de la mañana y ya era como una costumbre llevar ese termo como si fuera parte de mis outfits del día a día.

- Stan, juró que vi a los gnomos entrar de nuevo a mi cuarto en la noche, no estoy bromeando-

Dije apresuradamente teniendo leves tics en el ojo y temblores tras recordar como en la noche vi a unos pequeños hombrecillos meterse en mi cajón de ropa interior mientras cantaban, algo completamente aterrador para mi a la edad de 8 años.

- viejo, quiero de lo que fumas- rió y se alejó del lugar yendo a saludar a su otro recién llegado amigo, Kyle.

Jale un poco mi camisa y me retiré del lugar tomando un gran y satisfactorio sorbo de mi preciado café, calmandome de los nervios que me provocaba recordar esos sucesos que pasaban diariamente cuando el sol se ocultaba dejando atrás oscuridad, oscuridad en la cual mis peores miedos salían a flote pasando malos ratos.

Nivel de cafeína: 35%

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Sentí mi cuerpo temblar con fuerza, mis manos agarrarse y jalar de cualquier cosa que se le cruce por el camino, siendo este mi cabello y mi camisa verde, la cual ya no podía abotonar bien por mis temblores diarios y matutinos, tenía tics tan fuertes que tiraba algunos quejidos al hacerlos.

Y todo por culpa de la escena que estaba en frente mio.

Wendy con un tono neutro explicaba con devoción los dibujos hechos por las nuevas chicas japonesas de intercambio, en las cuales los personajes principales no eran más ni nada menos que Craig y yo.

El chico con el cual anteriormente me peleé hasta quedar en un hospital, y todo por las malditas mentiras del grupo de Stan, al parecer querían ver quien de los dos era él más problemático.

- 𝙽𝙸𝚅𝙴𝙻 𝙳𝙴 𝙲𝙰𝙵𝙴𝙸𝙽𝙰 ☕︎ (𝙲𝚁𝙴𝙴𝙺)  -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora