Androide 001 (XiCheng).

One-shot: El androide de sonrisa linda.

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Mala idea.

Muy mala idea.

-¡Ah!- Gimió Jiang Cheng al sentir la lengua del Lan recorrer su pezón izquierdo, masturbándolo a la par-. ¿¡Ésto en qué mierda me ayuda a dormir!?- Habló de forma entrecortada y algo enojada-.

-El placer es un buen adormecedor- Comentó el Lan al alejarse de su pecho, yendo ahora hacia sus clavículas, lugar en dónde parecía ser Jiang Cheng sensible-.

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Anteriormente.

Era una mañana tranquila, con el sol radiante y con el aire fresco, ese día ni siquiera había mucho tráfico.

Aún así, Jiang WanYin se había despertado con algo de malhumor.

Puesto que los vecinos de arriba ya se habían despertado, comenzando a caminar de manera rápida y ruidosa por el suelo, causando que el Jiang frunciera las cejas y se levantara abruptamente de la cama para poder ver la hora en el reloj.

"6:20am".

Un chasquido de lengua resonó en el cuarto para que tiempo después las sábanas negras salieran volando, saliendo luego un hombre del mullido y suave colchón.

Había planeado dormir hasta tarde y comer cuándo se despertara, tal vez a eso de las diez de la mañana, para así poder tener un maratón de películas con muchas golosinas e ir a dormir a la una de la mañana.

Era una buena forma de pasar su cumpleaños veintiséis ¿No?

En ese momento su hermana se encontraba fuera del país en su segunda luna de miel, puesto que había reanudado los votos matrimoniales con su esposo, aparte de que Wei WuXian se encontraba viajando por el mundo desde hacía tres años, por lo que el hecho de pasar solo su cumpleaños no era algo muy nuevo para él y tampoco le importaba hacerlo.

Sus padres... Bueno, sus padres tan sólo se concentraban en el trabajo, hace mucho que los tres se habían distanciado de ellos, así que en éste tipo de eventos no era cómo que sí los extrañara del todo.

Jiang WanYin al llegar a la cocina bostezó, comenzando a preparar un café para poder despertarse.

Bajo sus ojos se encontraban algunas bolsas negras, las cuáles daban a entender que no había dormido por mucho tiempo y en sí, eso era cierto.

La noche anterior se había desvelado para poder terminar las últimas páginas de su libro, enviándolo a la editorial a eso de las tres de la mañana.

Así es, Jiang Cheng era escritor y, uno muy reconocido.

Su nombre artístico era "Sandu Shengshou" Y, había hecho múltiples libros reconocidos mundialmente, tal cómo: "Zidian: El látigo de los relámpagos".

Iba a descansar un par de días antes de comenzar nuevamente con otra historia, por lo que se tomaría unas breves vacaciones.

Pronto, caminó hacia la pequeña mesa que se encontraba frente a un largo ventanal, sentándose en una de las tres sillas que se encontraban ahí, tomando un sorbo del caliente y humeante líquido oscuro, el cuál se encontraba, cómo siempre, completamente amargo.