— ¡Hey...! Pero miren a quién castigaron.
— Helga... te pediré que no me molestes... — cruce mis brazos. — No estoy castigado.
— ¿No? ¿Saliste a ver si llueve en el pasillo? — su jocosa voz es tan molesta.
A veces no entiendo cómo es que a los chicos les gusta.
— Helga, ya... ¿Qué haces aquí?
— Lo mismo que tú, fingir que no me castigaron por hablar en clases.
Se acerca a mi costado derecho y apoya todo su cuerpo en la pared de color amarillo. Pasa su mano por el cabello rubio, muy lindo, debo ser sincero. Su cabello siempre se ve bien, incluso cuando está despeinado por el viento.
No sé cuándo exactamente fue que ella creció tanto; ahora apenas le llego al hombro, aunque siendo sinceros, jamás he sido muy alto.
Muevo mis dedos incómodos. La voz del profesor llamando la atención a uno de mis compañeros de aula es uno de los tantos murmullos que se escuchan.
— No me castigaron por hablar, en realidad solo estaba pensando y no me di cuenta cuando el señor Julio me habló.
— El señor Julio es muy mamón. Fue mi profe jefe el primer año aquí. Es muy aburrido, no tiene esa gracia para dar clases.
Hago un sonido con la lengua mientras arreglo el borde de mi camisa.
— Es un profesor, no un payaso para hacer babosadas, Helga.
La chica me mira y yo levanto la vista para enfrentarla. ¿Sus ojos cada año se vuelven más azules o será idea mía?
— Es aburrido. Si no fuera tan soso, tú no estarías aquí, sino allá, prestando atención a la clase... ¿no es así? — sonríe. Ella tiene razón. — Vaya, cuando estábamos en la primaria, nunca te sacaban de clases. Cómo son las cosas.
— Otra vez te pediré que no me molestes, Helga.
— Claro, claro, me quedo callada... aunque puede ser que ¿tengas una distracción en clases?
Doy un paso al lado y miro un punto fijo en el piso, sintiendo la sangre acumularse en mi cara. Pataki ríe y palmea mi espalda. Me cae mal, me desagrada su presencia. Siempre me deja en vergüenza.
— Vaya, vaya, así que no me equivoco — sigue hablando. — ¿Quién es? Quizás sea mi amiga Jasmin, ella está en tu clase, al igual que Milly. A los demás no los conozco.
— Métete en tus asuntos, Helga, ve a tu sala y deja de molestar.
De nuevo, ríe y desordena mi cabello con su mano.
— Okay, me voy, pero no es porque tú me lo dices, es porque yo quiero. Así que adiós, cabeza de balón.
Si tuviera algo en la mano, se lo arrojaría por la cabeza, pero no puedo, ya que Helga sigue siendo una mujer bastante agresiva. Veo su espalda cubierta por una blusa blanca que se ajusta a su cuerpo tan diminuto. Esa forma de caminar tan pedante, Helga es tan infalible, una chica muy segura de sí misma.
A veces creo que nuestra relación hubiera funcionado, pero con el paso del tiempo, Helga adoptó otras posturas de vida. Ella terminó conmigo y quedamos como amigos. Nos separaron en las clases y las cosas fluyeron así, cada uno por su lado. Tengo entendido que actualmente está saliendo con un chico de un grado mayor. Al principio, cuando lo supe, me dolió, pero luego entendí que solo debía dejarla ser feliz y experimentar con otras personas. Sé que en el fondo de su corazón sigo estando presente y en algún momento ese amor que sintió por mí podría volver a surgir, quién sabe cuándo. Quizás podamos volver a tener interacciones como las de hoy... Si tan solo supiera que ella me tiene en las nubes. Posiblemente ya me esté cansando de fingir que no me afecta esa separación que ya tiene su tiempo, pero es lo mejor.
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Mi ex Helga
FanfictionArnold se encuentra en la escuela junto a su exnovia, Helga, quien le hace bromas por estar castigado. A pesar de su separación, todavía siente algo por ella, pero Helga está saliendo con alguien más. Aunque finge que no le importa, en realidad anhe...