Seven Worlds 2022. RodyDeku/DekuRody [Esp. Ver.]

Día 2

The young flower vendor.

Rody ODIABA el día de San Valentín.

No es que fuera un amargado ni que en años pasados lo hayan bateado ni nada por el estilo.

Su problema venía por un curioso cambio que tenía lugar en estas fechas.

Cuenta la leyenda que cada año, las almas gemelas intercambiaban quirks por un día entero.

En el caso de Rody, ocurría el 14 de febrero, un día al año que se quedaba sin quirk.

Su alma gemela no estaba muerta, porque Pino desaparecía de su lado en señal de que en efecto, había alguien al otro lado. Pero sencillamente esa persona no tenía quirk.

Por más que le doliera, el catorce de febrero era día inhábil para él, un día menos para conseguir dinero.

Aún así se arriesgó a pedir un trabajo sencillo, sabiendo que Pino, su cómplice de aventuras, no estaba a su lado para ayudarle.

El objetivo era fácil, tenía que cubrir una cuota de robos de dos mil euros en objetos robados, carteras, relojes, alhajas, lo que fuera de valor, y al final del día le darían un cuarto del valor total, dinero con el que compraría comida y un regalo para sus hermanos por ser San Valentín.

Era muy ágil robando cosas sin que nadie se diera cuenta, todo estaba en manipular a la mente humana, a las mentes adormiladas, para poder quedarse con lo que más aprecian.

Todo iba viento en popa, hasta que un señor se dio cuenta de que le había robado una joya muy valiosa y comenzó una persecución.

Cualquier héroe con quirk de velocidad quedó pendejo a su lado. Esa joya sellaba el contrato, con esa joya podría llevar dinero a casa y sus hermanos pasarían un buen día, y con este pensamiento apretó más el paso (si es que se podía).

Sentía el viento pegar en su frente, no podía pensar en nada más que correr.

"El paisaje se fusionaba ante la increíble velocidad con la que pasaba."*

Pero de pronto su mundo se paralizó.

Algo le hizo sorprenderse, sintió algo en su pecho que no sabía cómo explicar.

El tiempo se detuvo por unos segundos, el panorama se veía distinto... Vió su dedo meñique y descubrió un hilo amarrado a éste.

Todo seguía siendo lento, giró su cabeza y pudo ver que el hilo con matices rojos y dorados brillantes se unía a un chico de cabellera verde y sintió un deja vú.

"El joven vendedor de flores parado en la esquina de la calle."

A eso le recordaba, ahora mismo no tenía idea del contexto del porqué de éste pensamiento, pero algo se lo decía.