-Sí...mmm...Ajá...entiendo... Sisisi... - Miau, miau, miau, decía yo en mi cabeza, ¡sería posible! Julia me había tenido al teléfono hora y media para darme plantón, que tía...
- Jo, val ¿Pero no te enfades eh? ¡Es que Edu es tan... Tan...! -Seguía diciéndome ella, cómo sí al final la culpable de cancelar nuestra cita para ir a leer al Retiro fuese yo. ¡encima odiaba que me llamase "Val" me tenía pinta de repipi tonta y sin futuro.
-No... Esto... Tú tranquila... Si ya iremos otro día. No creo que vayan a cerrar el Retiro, o que el sol decida no salir más, o algo así. ¿ De dónde es esta vez? Otra cadena de comida rápida ( lo cierto es que la muy maja, tenía un cuerpazo aun que le encantase la comida rápida)
- Que sí tía: Tu Don't Worry, be happy - ya estaba cantando la cancioncita del anuncio de vodafone, ¡ y encima cantaba a horrores! Haber, que yo la quiero, no me malinerpretéis, pero, es que, la niña, pues no daba para más. Y aún encima ignoraba la pregunta que le acaba de hacer - TITUTURIRU TITURURIRURI, TITURURIRURI, TITURURURI...
- Julia, que ya, ¿vale? Tú sal, diviértete.
Ya me contarás que tal con ese... Desconocido...
- SIIIIIIIIIIII! ¡Estoy super emocionada! Es que... - Y la tía seguía, contándome su vida, después de hora y media. Sinceramente, estaba de un humor de perros a sí que decidí pararla.
- Oyes, " tía" - dije megaexagerando aquella palabra que tanto utizaba ella y que en ocasiones me llegaba a istericar ( si es que existe la palabra). - ¡Que creo que se me ha roto el aspirador este que me dá miedo!
- Pero si tú no tienes...
BIIIIIIIIIP.
Le colgué, seguramente se lo hubiese tomado a bien, ella siempre tan " especial".
Y buehh, pues nada, más sola que la una. Theo, el mocoso de mi hermano de 9 años en el cole, yo aquí, sin saber que hacer en uno de mis primeros días de vacaciones de verano, y me imagino que mi madre en el trabajo y mi padre en una conferencia medioambiental en Londres.
La verdad, después de un intenso curso de 1 de bachillerato, y de tanto estudiar, tantas tardes en casa estudiando y sin salir, ¡que narices! Quería ir a pasear, tomar el sol, y perderme en alguna comedia romántica de mi libro electrónico.
Pero nada, nadie estaba por la labor de acompañarme. El resto del grupo tenía cosas que hacer: que si Irene competición de gimnasia rítmica, barbie, estaba mala con una conjuntivitis en casa, y Celia estaba en Toledo, pues nada, nadie.
Sinceramente paso de desaprobechar este día tan medianamente bonito, aunque yo fuese más de a las que le gustan tumbarse y deprimirse cantando Birdy y escuchando canciones tristes, aunque luego fuese de las que odiase las novelas de niñas de 16 años que solo piensan en convertirse en actrices o modelos. ( OH POR FAVOR, SIGLO XXI>>>>>>>>>> CRISIS, NO HAY TRABAJO, HAZ EL FAVOR Y ESTUDIA!!!) Si es que... Me apresuro a vestirme con un mono de flores ( de esos floripondios que tanto me gustan) y unas sandalias marrones. Me peino, tengo el pelo ondulado y castaño, ojos marrones y todo muy normal, y poco despampanante.
Pego un potssit en la agenda de la entrada diciendo que me voy y que no llegaré tarde ( son las cinco, a sí que en dos horas y media llegaré) aunque pensándolo bien, ¿a quien escribo si no hay nadie en casa?
JAAJAJA río por no llorar.
Salgo, y cojo un bus que me lleva a moncloa, y de ahí cojo el metro que me lleva a Conde Casal.
Fui escuchando todo el camino All I want de Kodaline, por lo que al bajarme en la parada guardo los cascos conectados a mi Ipod en mi bolso tribial pero se me engancha en la cremallera, ¡dichosos cascos! bajando como puedo por las escaleras mecánicas voy desenganchándolo y esuchando la rasgada y dulce voz de alguien que está cantando skinny love de Birdy pero, JA-JA, se me engancha un cordón de la converse en la ranura de la escalera, y¡ BIEEEEEN! ¡DOBLE APLAUSO PARA MÍ! Caigo rodando y creo que incluso haciendo la croqueta hasta que noto la dureza del frío suelo, en el que a saber cuantas personas se habrán acercado a reírse de mí, ¡más patosa, y no nazco!
Lo curioso es que habro los ojos y apenas hay cuatro personas, de las cuáles tres se van en cuantro abro los ojos ( majetes ellos, ¿era mucho pedir que me preguntaran cómo estoy? JAJA creo que era demasiado) pero una cuarta persona se queda, y es que sin ya skinny love sonando digo:
- ¡Tienes el pelo más rojo que he visto en toda mi vida!
Sus ojos azules se entrecierran al reír, y yo me quedo enlelada medio por la caída medio por el chico que sostiene una guitarra con una cruz roja en el margen de su guitarra.