De verdad, estoy hasta el coño de este trabajo. Yo solo soy la intermediaria y me llevo los cabreos de todo el mundo porque su paquete llega tarde. ¡Vives en uno de los barrios más cutres de Madrid y del que nadie se acuerda nunca, amigui! Con suerte te llegan las cartas. No puedo más, la semana que viene renuncio.
- ¿Luisa Gómez Sanabria? ¿Y esta quién coño es ahora? ¡Eso! Sigan mudandose y dándome más trabajo... Encima esta tía tiene un montón de cartas, pero... - no paro de sacar cartas y paquetes a nombre de esta chica y ahora la curiosidad me ha picado.
Me acerco a la casa. Desde fuera no se ve nada mal, ni siquiera sabía de la existencia de esa casa. En fin, voy a terminar ya de una vez con esta pesadilla. Los telefonillos son el peor invento del mundo.
- ¿Quién es?
- Buenos días. ¿Luisa Gomez?
- Sí, soy yo. ¿Quién pregunta? - tu peor pesadilla...
- Soy la cartera. Tengo paquetes para usted.
- ¡Ay, sí! Ya bajo. - al menos no me hace subir a mí. Gracias, chavala.
En lo que la espero, sigo sacando cosas del carro. En serio, ¿quién coñ...?
Se abre la puerta y corta de raíz todos mis pensamientos. Una chica, más o menos de mi edad y altura, rubia, con una sonrisa preciosa aparece con una bata de andar por casa y unas pantuflas de unicornios.
- Buenos días. Soy Luisa Gómez. Acabo de mudarme al barrio. - ¿me está hablando a mí? ¡Coño, Amelia! ¡No hay nadie más! ¡CONTESTA!
- ¿Eh? ¡Oh! Bienvenida entonces. Soy Amelia. Y bueno, imagino que nos veremos entonces a partir de ahora.
- ¿Reparte usted siempre esta zona?
- ¡Sí! Hace años rotábamos, pero ahora estamos fijos en un mismo recorrido.
- ¡Genial! Será un placer verte. Y ¿el horario?
- Trato de ir siempre sobre la misma hora. De retrasarme sería una media hora.
- ¿Pero hace el recorrido caminando? ¿O tiene moto?
- Me gusta caminar. Además que tuve un accidente con la moto hace un tiempo.
- ¡Oh, vaya! Espero que no se hiciera mucho.
- Un par de raspones y una pequeña cirugía sin importancia -¿puedes parar de hablar? ¿Desde cuándo tienes incontinencia verbal? - Bueno, perdona. No quiero molestarla. Aquí tiene sus paquetes y si es tan amable, me firma por aquí - Al darle la máquina, nuestras manos se rozan y me recorre una electricidad extraña.
- No me molesta. Me alegra ver que está mejor. - me devuelve la máquina, nos despedimos y me voy rumbo a la oficina a dejar el carro.
Parece una chica bastante simpática. Espero que no se me ponga brava en unas semanas... ¡Ay, no! Que yo había dicho que iba a dejarlo la semana que viene y ahora aparece esta chica... Solo quiero llegar a mi casa.
Por la tarde, salgo a hacer algo de compra. Vivo en el mismo barrio y es por ello que todos los vecinos tienen confianza conmigo. A donde quiera que voy, me saludan, después de haberme puesto de vuelta y media esa misma mañana, falsos de mierda todos. Como los odio.
Sí, soy una hater del mundo, pero cuando llevas 10 años siendo cartera en el mismo barrio, viendo las mismas caras de mierda todos los días o llevándote los rasques que no te corresponden, creo que tengo derecho a serlo.
Hostias, qué revuelo hay en la sección de pescadería. ¿Estarán regalando algo? Voy a ver.
- ¡Amelia!
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Amor Por Carta (One Shot)
FanfictionLos caminos de Amelia Ledesma, la chica de Correos de un barrio humilde de Madrid, y Luisa Gómez, una influencer con un canal de comida en Youtube (aunque le da a todo lo que esté en sus manos), se cruzan en esta corta historia. Espero que la disfru...