𝐀𝐥𝐲𝐚 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐈𝐈 -𝐑𝐞𝐦𝐮𝐬 𝐋𝐮𝐩𝐢𝐧 [COMPLETA] ✓

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 17

Alya bajó corriendo las escaleras con Remus y Heather tras ella, usaba el espejo que un dia habia usado con James pero Harry no aparecía

-¿Estas seguro? -Preguntó Alya a Sirius alarmada

-Snape acaba de aparecer en la cocina, dijo que Harry había dicho que tenían a Alas y Canuto

-¿Quién? ¿Voldemort?

-Si, no podemos esperar a Dumbledore hay que irnos, corre peligro en el ministerio

-Yo también voy -dijo Remus

-Igual yo -intervino Tonks, por la chimenea de la cocina habían aparecido, Moody, Kingsley y Cedric

-No tenemos tiempo, Harry ya está en el ministerio -dijo Moody de mal humor -Dumbledore nos verá allá, vamos

Los gemelos iban de salida y Alya aprovechó el momento para encargar a Heather con ellos, los gemelos no se quejaron y tomaron a la niña rápidamente 

Alya tomó su varita y se dirigieron al ministerio. Antes de llegar había hablado con Sirius

-Alya odio que no hablemos y de verdad lamento no habértelo dicho, pero le hice una promesa a Regulus

-Hablaremos de esto después Sirius

-Alya... solo quiero que entiendas que eres la persona más especial en mi vida, Remus, Heather, Harry y tu, son las únicas personas que tengo y no quiero que tengamos problemas, siempre fuimos tu y yo, no dejes que esto cambie algo

Alya seguía nerviosa por llegar al ministerio, pero sabia que las palabras de Sirius eran sinceras, tenia razón siempre habían sido ellos contra el mundo

Se habían hecho una promesa desde pequeños, no importa lo que suceda, siempre estaremos juntos

-Sigo teniendo dudas, y contestaras todas en cuanto lleguemos a casa -dijo Alya mientras lo veía directo a los ojos, Sirius sonrío levemente y asintió con la cabeza

La escena que todos vieron al llegar fue de total sorpresa, Harry estaba parado frente a un gran arco con la profecía en la mano y a su alrededor estaban todos sus amigos siendo detenidos por mortifagos, Ron, Hermione, Neville, Ginny y una chica rubia que Alya no reconoció

Rápidamente una batalla dio inicio, rayos de luz volaban en todas direcciones, Alya fue directo a Neville mientras Sirius iba con Harry

Neville era detenido por Bellatrix

-Mira nada más -dijo Bellatrix burlona -Mi querida hermana nos honra con su presencia

-Deja al niño, Bella -advirtió con severidad

-¿Te digo algo?, fuiste muy grosera al no llevarme contigo cuando escapaste y lo peor es que no me invitaste a tu boda -Alya habia atacado primero y logrado hacer que Bellatrix soltara a Neville -Eres tan grosera, me pregunto que dira Heather cuando le cuente como es su madre

-No te atrevas a acercarte a mi hija

-¿Por qué?, ¿Temes qué pueda castigarla tal y como lo hacía contigo? -Esa había sido la señal para que Alya perdiera el control, había un duelo entre ella y Bellatrix, ambas hermanas lanzaban y esquivaban hechizos ignorando a las personas que peleaban a su alrededor, Bellatrix soltó una gran risa que se escucho por todo el lugar, Alya aprovechó en momento y la lanzó al otro lado del lugar, Bellatrix cayó inconsciente al suelo, Alya tenia la intención de acercarse a terminar con ella pero un rayo de luz fue directo a su pecho y cayó sobre su espalda

Lucius había dado contra ella, y ese dolor punzante de miles de cuchillos siendo clavados en su cuerpo habia regresado, era insoportable, sus gritos eran atemorizantes entonces supo que alguien la había ayudado cuando dejó de sentirlo pero mientras trataba de recuperarse fue como si algo mas la detuviera y en el fondo de su mente todos sus recuerdos habian regresado, todos en un solo segundo, una parte de ella había regresado también y fue como ver todo en cámara lenta otra vez, la noche en la enfermería, la culpa que sintió al no poder hacer nada por Regulus, la conversación con Dumbledore a cambio de la seguridad de Regulus, todos los momentos buenos y malos junto con el menor, la pelea de Sirius y Regulus en la torre de Astronomía Tu no eres mi hermano Las palabras de Sirius se repetían una y otra vez en su cabeza hasta esa noche, la noche en que vio su rostro por última vez, su mirada apagada y llena de tristeza, todo había regresado a ella