Memorias De Un Guerrero Que Nunca Existió

I. El primer Recuerdo

Fecha: 29 de octubre de 2012.

Lugar: Samaipata-Santa Cruz-Bolivia.

6:30 p.m.

-Wow Abuelo, es la primera vez que te veo con un short, ósea… a lo que me refiero es que nunca te había visto con las piernas descubiertas ¿sabes?- Rainti estaba un poco extrañado al ver las piernas de su abuelo, frunció las cejas y entrecerró los ojos por el hecho inusual, era la primera vez que veía eso de el, las condiciones del clima propiciaron que usará un short con la calor de más de 42° centígrados, por suerte por toda la estancia de su abuelo habían plantas que dotaban de oxígeno y frescura.

-Hace mucho calor, Rainti, no me gusta mucho mostrar mis piernas, aunque así se siente un poco menos el calor jejeje- Se llevó la mano izquierda a la nuca para masajearla de arriba abajo a modo de tic nervioso, sentado en un sillón de cuero mesiendose.

Rainti baja la mirada a las piernas de Ibradjïr y ve detenidamente los patrones de marcas que lleva, ve que tiene cicatrices en sus 2 piernas como si fueran pequeños cortes para dejar esas marcas visibles que no ha borrado el tiempo.

- Oye abuelo… me dan miedo tus cicatrices…, ¿Puedo preguntarte algo?¿Cómo te las hiciste?, Se ven terroríficas- Paso un escalofrío por toda su espalda al ver sus tibias y se le erizo la piel.

- Ten cuidado con tus palabras Rain, tus palabras pueden dañar a otras personas si no controlas lo que vas a decir, siempre tienes que pensar como vas a decir las cosas, ¿Está bien?, por otra parte…, es una muy larga historia- Miro a Rain por un momento y le apunto con su dedo índice izquierdo a su frente. Empezó a mecerse en el sillón y disfrutar del poco viento que iba pasando por la sala mientras cerraba los ojos.

- Me encantaría oír esa historia, sabes que todavía tengo tiempo antes de que empiece a hacer mi tarea- sentado en la alfombra con una sonrisa en su rostro, con las manos en las rodillas y de piernas cruzadas esperando a saber que paso para que tuviera esas cicatrices.

- Inspiró un poco de aire y luego suspiró- Bueno… en si, no recuerdo cómo me las hice pero según mis padres producto del trauma al parecer mi personalidad se fracturó en 4, dame 5 minutos para empezar a recordar ¿si?, No tengo muy buena memoria, además de que paso hace muchísimo tiempo- Mirando al candelabro elegante del techo y perdiendo el enfoque de vista para desconectarse y empezar a recordar todo desde el inicio.

-Esta bien Abuelo, por cierto no te olvides de que se acerca mi cumpleaños jiji- se tapo la boca para poder reír de forma sutil, y que su abuelo se concentré en recordar la historia de sus cicatrices.

De pronto en un intento de la búsqueda de incontables recuerdos Kiliç desencadenó en su inconsciente un dolor que había cesado por 20 años pero que nunca se había cerrado por completo, una lágrima caía por su mejilla izquierda, no era la única que se desbordaría de la cuenca de sus ojos, a los pocos segundos bajaban más de ellas como una advertencia de una lluvia imparable que se avecinaba, poco a poco descendía el calor del ambiente y empezó a oscurecerse producto de las nubes casi negras cargadas de gotas pesadas que esperaban descender, una llovizna se hizo presente en todo el pueblo y luego de 5 minutos cayó una aguacero con tormentas eléctricas.

-Abuelo, ¿Estás bien?, ¿Por qué lloras?, es sobre tu pasado, ¿verdad?- se acercó a rastras sobre la alfombra al ver sobre lo que pasaba con preocupación.

-Si,estoy bien, pero… Al recordar todo se abrieron viejas heridas que nunca cicatrizaron, quieres escuchar la historia?- Le miro a los ojos y limpiándose con un paño de color blanco que cargaba siempre en su camisa verde oscuro.