Dulce estallido

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Antes de iniciar con este nuevo capítulo, quiero aclarar que este contiene yuri, es decir chicaxchica. Si alguno de ustedes no les agrada este tipo de contenido, agradecería que no sigan leyendo este capítulo, gracias por su atenciòn.

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Habían muchas incógnitas en el ambiente, estar frente a un hombre de aspecto bastante extraño en los zapatos de otra persona, era una situación que la pequeña jamás se imaginó tener. Pronto, el silencio se instaló entre ambos, incluso si el sujeto intentase hacer algún tema de conversación, la menor ni siquiera respondía, más bien estaba analizando todo. Pensaba en qué decir o hacer para no lucir sospechosa ante nadie en ese lugar.

— ¿Elena? ¿Segura que estas bien? No has mencionado palabras desde que llegaste —. Dijo Adal con sierta inquietud.

Tanya pareció reaccionar por un segundo, esta vez simplemente negando con la cabeza. El contrario parecía tan relajado que apenas y podía comprender cómo es que se llamaba un soldado.

— Estoy bien —. Respondió con frialdad.

La seriedad de la menor pareció inquietar al peli blanco, pues un escalofrío bajo por toda su espalda al imaginar todo tipo de situaciones, ¿Acaso le había sucedido algo malo? O ¿Ya no queria verlo màs? La incertidumbre lo carcomía, peor aún si está ni siquiera mostraba el más mínimo interés en él, ni siquiera parecía estar feliz de verlo.

— ¿Estas segura Elena? Por Dios, puedes decirme cuando algo te molesta —. Detuvo su andar y exclamó aquello, esta vez sin escondiendo su inquietud.

La impostora arrugó ligeramente los labios al escuchar aquella expresión; ya le era prácticamente un reto esconder su entero odio hacia ese ser mencionado. No obstante, rápidamente ocultó su molestia y fingió una pequeña sonrisa, tratando de adaptarse a la actitud que aquella joven parecida a ella mantenía en ese lugar.

— Estoy bien, creo que es simplemente deprimente el volver aquí —. Su tono era extrañamente dulce, tanto que incluso asustó a la propia Tanya.

El mayor rápidamente pareció reaccionar con aquel comentario, pues la tomó de los hombros y la abrazo tan repentinamente qué cierto quejido de sorpresa escapó de los labios de la rubia, haciendo que se quedarse gélida ante aquella muestra de afecto, pues, aunque quisiese alejarse era necesario mantenerse en personaje.

— Sé que es duro, pero me aseguraré de qué no sea tan pesado para ti cariño —. Le susurro en un tono bajo pero dulce, para después plantarle un beso en la mejilla y apartarse rápidamente, casi como si tuviera miedo de que alguien más los hubiese visto.

— Ah, claro —. Respondió con una sonrisa ladina.

Ese pequeño acto hizo que las preguntas explotaran en Tanya, ¿Acaso aquella chica era pareja de este hombre? No sólo el hecho de qué tuviesen algún tipo de relación le resultaba algo bastante estúpido, sino que también la idea de qué ambos podrían hacer alguna locura en el campo de batalla por su propio interés amoroso era algo realmente desagradable. Cada momento que pasaba, la peli rubia no podía evitar pensar que los soldados rusos realmente eran un desastre y que era cuestión de tiempo antes de qué la Federación callese a manos del imperio.

Aquella pequeña interacción pareció concluir con el llamado del teniente a cargo. Finalmente Tanya pudo liberarse de aquel sujeto y empezar su labor. Debido a que su puesto era el de un simple cabo, su trabajo era más que todo vigilar y asegurarse de qué todo estuviese en orden, lo cual, como era evidente, realizó de manera impecable. Obviamente, en este pequeño lapso de tiempo se había esforzado en empezar a recaudar algo de información, una de las más destacables es que al parecer esta base no contenía la comida necesaria como para sobrevivir todo el invierno que se aproximaba a pasos agigantados. Ante esto, Tanya pensò que sería una total desgracia qué toda la comida y agua que poseían explotase en segundos, aunque, entre todo esto había algo que le llamaba aún más la atención a la menor. Los soldados que se encargaban de proteger este lugar eran bastante limitados, no estaba tan protegido como la base "importante" que era. Además, la mayoría de los que estaban ahí, eran unos holgazanes y se centraban más en fumar y hablar entre ellos que siquiera realizar su labor, ¿Por que un lugar tan "importante" estaría compuesto sólo de soldados novatos? Era algo absurdo, y mientras más lo investigaba más raro se le hacía, ¿Acaso su jefa le habia mentido en algo? Las preguntas y labores la habían mantenido ocupada hasta tarde en la noche; Tanya por un momento creyó que quizás la seguridad aumentaría llegada la oscuridad, sin embargo no pudo estar más equivocada, pues tuvo incluso la fina oportunidad de poder irse a dormir temprano.

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2022 ⏰

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El sàdico demonio se une a la organización oscuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora