Prisión Humana

Rebelarse

De repente el sol se ha puesto
Al mirar por la ventana
Y salgo caminando para…
Con el fin de mi cuerpo lavar

Me dirijo hacia el baño, y con mis manos
Del lavabo mi rostro limpio,
Así, al menos, parte de la suciedad
La que todos notan

El salir a la calle, por vez primera, provoca
Un pequeño vértigo en mi interior,
Aún así, nada dejo ver, miro al mundo...
Con ojos de ángel, cual princesa

Salgo una vez más de este lugar
A exhibir, mi belleza a los mortales,
A concebirlos como las pequeñas criaturas
¡Que son, mas poco me importan!

Ahora camino entre las sombras,
Mis manos tiemblan al notar
Que camina justo detrás mía, otro ser sobrenatural
Cuya forma, para mí, ya es conocida

¡¡¡Ohh, de qué vale mi vida!!!
Si sus mortíferos colmillos, mi piel tocan
Siento algo de pavor
Desde hace mucho, con temor
Me escondo de dicha criatura y su especie

Nacidos de entre la oscuridad
De mi luna, quien pasión me otorga
Y me hace sentir liberal,
Bajo un error natural
Su asquerosa gente vive

Aúlla mi nombre entre susurros, le temo
Debo servir a todo aquello que quiera,
No hay escape, no hay manera...
De oponerme, y un error he cometido
Al pisar este lugar
Ya hoy para mí prohibido sus calles andar

Cuenta acerca de sus inmortales caprichos
Bajo esta noche a luz llena,
Me hace obedecer a cada mandato que quiera
Sin miedo mínimo a esperar...
De mi boca, negación

Y dada la ocasión...
De su mano me hace caminar,
Entre la fría noche,
Falseando rostros,
Conduciéndome a lugares detestables

De cualquier cosa que se hable
Libertad necesito, a la hora de realizar mis cometidos

Odio ser dominada, por aquellos
Que a mi sombra realmente nada son
Y me hacen oler del hedor
De su asqueroso hocico sucio

Pues bien, hemos llegado donde asfalto,
Mis pies, por primera vez pisaron, desde mi caída
Y saludo sentado en la esquina
Del edificio, allí esta

El vagabundo que una noche atrás
Juzgó mi vida de un modo
Un tanto especial quizás,
Asignándose mis apodos

No he esperado brillasen los ojos
De la bestia de mi mano
De un modo tan violento

Y en rápido movimiento
He tenido que oponer
Mi cuerpo antes que el del...
Anciano devorase

Creo que en lugar de evitar el desastre
En algo lo he complicado,
Su Ira crece hacia mí

Y fue entonces que vi, al arrugado mendigo
Sacar de entre su lengua, ocultar tras el abrigo
En su mano una bala plateada;

Y aprovechando la torpeza de sus patas
Al sobre mí, lanzarse,
He llegado al suelo arrojarle
Tomándole de su cuello

A este lobezno bello
Clavando en su corazón, mis garras,
Sacando todo de adentro
Sosteniéndolo en mi mano

Y el vagabundo desesperado, con fe-temor
Me alcanza entre su pavor
La bala que guardaba en su abrigo

Oh, espera amigo, verás la sangre arder
Provocada por aquello que de tu lengua sacas
Que el tiempo te ha legado con sabiduría

Y creo, esta es la vía
Que menos llegué a imaginar;
Todo aquello que llegas a hablar
Por tu boca pronuncias sin sentido

Pero va conmigo cada cosa que de ti aprendo
Y es por eso que ahora devuelvo
A esta bala, su corazón

He llegado a reventarlo con mis garras
Momentos después de hacerlo,
No quisiera volver a verlo
Ni siquiera en su cadáver,
He sido para él un sirviente

Tras un trago de agua ardiente
Tomo asiento esta noche
Entre la mala apariencia, acurrucada

Creo, ha sido ocultada, a mi vista
El camino de lo que siento
Que ya hoy veo entre lo lejos;
Por encima de la piel, los espejos,
Reflejan de forma empañada lo que soy

Y me contesta mi amigo, que voy...
Más allá de lo que quiero
Que he cumplido cada una de mis metas
Aunque pudiesen incorrectas ser

Que aquello que no puedo ver
Lo interno de la sabiduría,
Es algo que conocía
Incluso antes de este momento,
Que carecía de contexto
Y pensarlo en nada servía

Soy la mariposa atormentada por la araña
En la red fui vista por aquellos
Que manos tenían para librarme
Mas pasaron de largo

La esperanza de lo que añora
Mi alma, encontrar sin motivo,

Es lo que obtengo en mi camino
Sin mirar del día la aurora

Sabio de las calles
Tú que a tantos has visto caminar,
Frente a ti cometer sus errores,
Dime ahora, cómo eliminar los borrones
Que a mi vida hacen manchar

Y me llega a contestar
Entre voz suave y sin fuerzas,
Que una lagartija muerta
Moribunda camina en un desierto

Que carece en su vida, el contexto
Pues ha dejado atrás
Todo aquello que se la otorgaba,
Para arrancar sus escamas
A carne viva, ardiendo, andar

Incapaz he sido de notar
Sentido alguno en sus palabras;
Loco como una cabra diría que no está
Se siente motivado por algo al hablar
Con eso me basta

De forma extraña ahora llego a recordar
Lo que en el salón de espejos vi
Y dirigiéndome hacia allí
Sin dar explicación mínima me marcho

He llegado al lugar,
Subo aprisa al segundo piso
Y en poco tiempo he visto
Como delante de mí lo sacaban

Cómo ese espejo que reflejaba
Un desierto congelado en su interior,
Fue comprado por un señor
De capaz negras, rostro tapado

Y al mirarme desesperado
Ser volteado...
Al frente mientras lo empaquetan,
Me siento como una maceta
A la que sin flor alguna dejaron

Intentaré seguirle al lugar que vaya
Debo llegar a ese sitio... que guarda en su interior,
La empatía es mi dolor
Me llevará a lugares que no quiero ir
Al atravesar sus paredes, pero esta vez no

Y he salido yo
Entre las sombras adormecida
Aleteando, cual murciélago

Volando cerca del suelo
De donde todo puedo ver,
Y fijar mis pies...
Cuando el mundo parezca perder sentido

Se lo llevan casi dormido,
Agobiado por alguna razón,
Y el oscuro señor lo hace entrar
A su casa, a través de la puerta

Entro al cuarto, aún en mi forma voladora
Y al verlo como está ahora
Carece de sentido en mi mente

Está colgando de una soga,
Amarrado desde el techo
Como si su amo mirarlo quisiera
Cada noche antes de dormir
Reflejar en él su imagen

Y sin dejar margen...
De tiempo entre mis acciones
Concreto, en mis decisiones,
La de entrar adentro y ver