IV

117 16 0
                                    

Es de repente cuando oigo unas leves pisadas. De entre las sombras aparece una figura. No distingo nada y eso me da desconfianza. Por lo que disimuladamente mis piernas andan en dirección contraria a la suya. Tanteo con las manos por algo que me ayude a defenderme y me preparo mentalmente. "¡Tu puedes!", "Fija el punto débil".
Un silencio se hace presente, lo oigo todo; todo menos a él. Sé que está moviéndose pero no sé hacia donde y eso me hace retroceder torpemente.

Oigo el ruido de un motor encenderse. Minutos después, la luz principal de una Kawasaki me hace retroceder aún más y caer de bruces al suelo. Su luz cegadora sigue dándome en la cara y cierro los ojos por intuición.

-Mira preciosa, no tenemos todo el tiempo del mundo.-ríe.
Mi cara debe de ser todo un cuadro. El calor que se ha acomulado en mi cara me advierte de que se me han subido los colores.
Me levanto precoz para luego quedarme de pies detenida en el sitio.¿Qué se supone que he de hacer ahora?
-¿Esperas una invitación o algo por el estilo?-pregunta mientras me tiende el casco.
-¿A dónde me quieres llevar?-pregunto de forma valiente.
Estoy en terreno hostil. El lobo abre su boca lentamente preparándose para el mínimo despiste de la víctima; mientras, la víctima entra en un estado de nerviosismo buscando una salida. Pero esa boca preparada para la acción, se cierra simultáneamente. No se esperaba esta pregunta para nada. Se queda callado; por lo que veo, está discutiendo consigo mismo. Unos derrapes de ruedas nos hacen girar a ambos hacia la misma dirección. Varios coches negros aparcan justo en la calle principal frente al bar del cuál habíamos salido minutos antes. Un silencio sombrío se cernía en el ambiente. Oí gruñidos a mi lado y decidí volver a poner atención en el chaval. Sus nudillos estaban blancos revelándome que las cosas no iban como él esperaba. Eso me hizo temblar.

-Mierda. No hay tiempo para explicaciones. Sube.-su tono autoritario me daba dolor de cabeza. No porque él quisiera yo iba hacer las cosas a su modo.
-¡Vamos a que esperas!- vuelve a ordenar con un deje de cabreo. Me agarró del brazo para tirar de mí.

La furia se apoderó de todos mis instintos. Estaba agobiada no sabía qué hacer. Empecé a dudar sobre todo lo que me rodeaba hasta que reaccioné. ¿Es esto lo que realmente quería? Seguía órdenes por parte de todo el mundo.No podía más. Lo miré asqueada y tras soltar mi brazo de su agarre bruscamente, corrí. Corrí sin rumbo fijo pero corrí. La adrenalina producida en ese momento, incitó a mi cuerpo a correr más rápido, a sentir el viento en la cara como nunca lo había sentido y a no mirar atrás. Fue en ese momento en el que me di cuenta de dos cosas.
La primera, que no podía dejar de negar mi elección. En el momento que empecé a correr elegí dejarlo todo. Todo por mí; no por el resto. Y mientras la noche perdía la poca luz que alumbraban las farolas, me di cuenta de la segunda de que me había perdido.



♪♪♪♪
Siento la tardanza y de que el capítulo sea tan corto pero quería subir algo pronto.Gracias por todo el apoyo recibido. Ahora subiré más pronto. Disfrutar del verano :))

Besos conejitos míos :3

"MARCADOS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora