Tomioka Giyuu.

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[...]

Tomioka Giyuu es un demonio.

⚠️ Gore y violencia física ⚠️

[...]

'El niño lloraba atrás de los barrotes de su celda, con miedo a lo que le rodea, el sonido de un Biwa siendo tocado lo puso en alerta, apenas volteó  se encontró Con aquellos ojos escarlata que lo atormentaban. '

[...]

Su katana estaba en sus manos temblorosas, se había separado sin previo aviso de Sabito y Makomo, ¡Que miedo!, ¡era tan despistado!. Camino de espaldas sin dejar de temblar hasta salir de la zona de la selección, suspiro aliviado, pero ese alivio rápidamente se fue por una presencia, el niño volteó su cuerpo y lo vio aterrado.

[...]

Sus manos estaban maltratadas por los forcejeos de los barrotes, su garganta exigía agua por los gritos que la desgarran, sus dedos sangrantes y carentes de uñas por haber rasguñado las paredes al intentar trepar y escapar de allí por una pequeña ventana que le permitía el aire fresco. Sus ojitos rasgados estaban rojos por el llanto, lo maltrataban, lo golpearon y dejaron a su suerte en aquel calabozo en la guarida infinita.

Lloro nuevamente por sentir como la tierra del lugar se le impregnan en la carne de sus dedos, Se paró de aquel suelo sucio e intento nuevamente subirse por aquella pared encarnando en sus dedos astillas, la sangre  resbalaba desde sus dedos hasta caer al suelo.

- ¡AGH! - Otra uña perdida, nuevamente lloro.

 Abrazo su mano en busca de disipar el dolor, se sentía fatal, quería que su maestro este allí curando su herida, quería escuchar a Sabito regañarlo por sus descuidos y por ser un llorón, quería escuchar a Makomo regañar a Sabito por ser duro con él mientras lo abrazaba de forma protectora, un Biwa sonó alterando al pequeño que corrió a una esquina como si ese lugar lo protegería. Los pasos del demonio resonaban en aquel lugar, el niño solo se hizo bolita en su lugar cerrando fuertemente sus ojos hasta que siente su rostro se agarrado por unas manos masculinas, no abrió los ojos, vacilo un poco pero no se atrevía, aquel agarre bajo hasta su cuello y hombros donde acariciaron leve, tenia miedo, las manos se alejaron y suspiro aliviado pero sus manos fueron apretadas. un grito desgarrador apareció de su garganta, estaban ejerciendo presión en sus heridas haciendo que sangraran más.

 La mano de Muzan se separaron de las pequeñas manos de Giyuu y lambio la sangre fresca, sus ojos se dilataron por sentir satisfacción, la sangre joven del pequeño cazador era una delicia.

- ¿No intentaras defenderte? - El niño no respondió, la respuesta era obvia, no tenía una espada nichirinto ni tendría oportunidad - Patético, tienes oportunidad de asesinarme, pero, no tienes un compañero.

- ¿Q-qué quieres decir con eso? - Muzan miro un momento a su presa.

- Nada - Giro sobre sus talones dispuesto a irse, pero no sin antes hacer algo - Sabes, me hacen faltas demonios. 

 Giyuu tembló llorando, No, no quería ser eso que debía asesinar, Muzan estiro su mano a la dirección  del infante mientras sacaba una garra, apenas toco la garganta del niño lo atravesó dejando que la sangre se infecte.

El niño era un demonio.

[...]

 Entraban, dejaban un cuerpo y salían, para luego entrar nuevamente la semana siguiente y encontrar el cuerpo en descomposición, el rostro del demonio joven se mostraba demacrado, no comía, no veía a los demonios, no se atrevía en lo absoluto en masticar la carne humana, apenas se acercaba el hambre se le iba y le agarraba nauseas, Muzan entraba, se acercaba y el niño le gruñía, más de una vez se abalanzó hacía él con intenciones de matarlo o morderlo, pero eso no bastaba para derrotar a Muzan. Más de una vez de esas acciones, más de una vez era golpeado por el Rey demonio.

  Los hematomas se iban al rato de una pelea, sus partes perdidas se regeneraban rápidamente sorprendiendo a los demonios que pasaban por ahí, los días pasaban y el hambre de Giyuu era monstruosa, no recordaba nada de su vida pasada, solo una leve voz que pronunciaba "No comas, no mates, defiéndete", palabras que de apoco se iban, se escuchaban lejanas, perdiendo poco a poco la cordura.

 Un día un demonio cualquiera entro dejando un cuerpo de mujer en el suelo, no sabia porque Muzan desperdiciaba su tiempo en aquel Demonio que no serbia, pateo el cuerpo acercándolo al niño.

- ¡Come! ¡No sé porqué Muzan-sama pierde el tiempo contigo, solo eres un niño! - Sus pasos se escucharon - Un niño inservible - Los ojos azules brillaron mientras miraba al demonio - Si yo pudiera te asesinaría - Las pupilas rasgadas se dilataron, un gruñido escalofriante se escucho, la saliva  de Tomioka caía de la comisura de sus labios.

 Sin siquiera darle tiempo de reaccionar Todo fue negro en ese momento

[...]

✞︎ 𝐄𝐥 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖔 ✞︎ (𝚃𝚘𝚖𝚒𝚘𝚔𝚊 𝙶𝚒𝚢𝚞𝚞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora