24- Oᴛʀᴀs ɪɴsᴇɢᴜʀɪᴅᴀᴅᴇs ᴍᴀ́s...

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Kusuo dejo escapar un quejido.

Se estaba bañando en esos momentos, y cada que el agua caía sobre su cuerpo le dolía.

Pero especialmente trataba de hacer algo.

Y ese algo era cubrir su cuerpo para evitar verlo.

Debía admitir que sentía asco hacia este, se sentía repugnante cada que lo miraba.

Y ahora trago saliva mientras desviaba su cristalina mirada.

Estaba apuntó de llorar por culpa de aquello.

Si antes mi cuerpo era un asco peor con las quemaduras...

Piensa el psíquico dejando que unas lágrimas resbalen por sus mejillas.

Sentía asco por el hecho de que las quemaduras no le gustaban.

Odiaba el momento en el que quedo atrapado debajo de esa piedra, se odiaba a si mismo y nunca antes lo había dicho.

Se odiaba a si mismo, y se exigía que debió apagar el fuego también, a pesar de haber estado muy centrado en otras cosas.

Claro, nadie lo regañaba por aquello.

Y aún recordaba lo del hospital, peor se había sentido al hacerle una herida al peli-morado.

Por eso se sentía peor que antes, cuando pensó que no había logrado salvarlo.

El Saiki menor había hecho todo lo posible para que el médium no tuviera ni una pequeña herida, pero al verlo sintió que no hizo lo suficiente para salvarlo.

Kusuo suspiro para luego pasar sus manos por sus mejillas, secando lss lágrimas que bajaban por estas.

No le gustaría que en cuanto salga del baño notaran sus ojos rojos por culpa de llorar, siquiera y le había contado a sus progenitores sobre sus grandes inseguridades.

Estos sin duda no tenían idea de las grandes inseguridades del psíquico.

Y que ahora tenía otras que claramente serian difícil de ocultar.

En especial las quemaduras de su rostro, las que más se notaban.

En esos momentos maldecía no poder utilizar el poder de curación en si mismo.

El peli-rosa solo suspiro pesado y se levanto de la ducha.

Agarro la toalla para luego enrollarla en su cintura.

Aunque claro, hubo un leve problema en cuanto se miro al espejo.

Notando todas las quemaduras y heridas de su adomen, sus piernas y sus brazos.

Kusuo se mordió el labio inferior para luego tratar de cubrirse con sus brazos.

¡Ya! ¡Deja de pensar en eso! De igual manera cuando vayas a la Academia te cubriras igual que el rostro solo debo buscar alguna mascarilla

Piensa el Saiki menor, sacudiendo su cabeza de un lado a otro mientras negaba cualquier cosa que tenga que ver con las quemaduras que le ocasiono aquel incendio.

Realmente lo odiaba con todo su ser, y trataría de ocultarse lo más posible para que no se vean sus heridas y quemaduras.

Él en serio las odiaba, porque para el psíquico, las quemaduras dejaron aún más horrendo su cuerpo.

Y eso le quitaba toda autoestima, o más bien, la hundía más abajo de la tierra.

﹝❀⃟ ⃟⸙̒ ﹞

Kusuo se levanto sin siquiera ganas.

Claro que soltó un pequeño quejido en cuanto toco una herida sin querer.

Fᴜᴄᴋɪɴɢ Iɴsᴇᴄᴜʀɪᴛɪᴇs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora