Limón y Sal

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        Yatora no entendía a Yotasuke por más que se esforzara

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        Yatora no entendía a Yotasuke por más que se esforzara.

        Era alguien talentoso e inteligente. Tenía una actitud distanciada de los demás y actuaba de manera pasivo agresiva con cualquiera si lo molestaban. Sobresalía con sus pinturas, ganándose buenas críticas de los instructores. Poseía una complexión pequeña y una cara bonita con dos lunares debajo de sus ojos; si tuviera el cabello un poco más largo y no lo conociera, podría confundirlo fácilmente con una tierna chica.

        Lo conocía desde hace dos años y en todo ese tiempo, todavía no estaba seguro de cómo debía tratar con él. A veces sentía que le agradaba a Takahashi y que eran amigos, para que días después el chico volviera a tratarlo cortante y groseramente.

        En serio no sabía qué pasaba en su cabeza. Tal vez lo mejor era no saberlo. Sin embargo, quería comprenderlo, deseaba entender a Yotasuke y poder llevarse bien con él al punto de gritarle a cualquiera que era amigo de ese chico al que tanto respetaba.

        Quizás era masoquista, puesto que no creía que Takahashi lo viera de la misma forma.

        A pesar del maltrato que recibía -el menor escapaba cada vez que lo veía para no tener que hablarle y recibía palabras demasiado sinceras y directas de su parte cuando lo atrapaba- a él le agradaba Yotasuke.

        Debía de sonar como un tonto, pero en serio le agradaba.

       Yotasuke poseía una personalidad demasiado pesada y no era bueno tratando con las personas. Odiaba ver lo bueno que era en el dibujo porque sentía que nunca llegaría a ser tan excepcional. La mayor parte del tiempo conservaba un rostro estoico que le ocasionaba nervios al no saber qué hacer o decir para no irritarlo.

        El menor siempre sabía qué palabras decir para herirlo involuntariamente o hacerle pensar en lo que dijo todo el día. Le parecía increíble el poder que ese pequeño chico tenía sobre él sin saberlo.

        Y aunque le costara admitirlo, es como si algo lo mantuviera atado al de ojos azules, atrayéndolo cada vez más y enlazando sus destinos. Porque por más que se alejara o siquiera lo pensara, Yotasuke aparecía en el momento menos esperado y desequilibraba por segundos todo a su alrededor.

        El ver a Yotasuke era comparable con hacer un rayón en su lienzo por accidente, destruyendo su zona de confort y derribando su confianza en sí mismo.

        Podía oírse horrible, pero creía que eso le gustaba. Porque cada vez que estaba con Yotasuke, quería esconderse bajo tierra por el nerviosismo dando vueltas en su estómago, pero las ganas de entablar una conversación y hacerse íntimo con el chico eran más fuertes y no sabía por qué.

        No entendía del todo sus sentimientos. Solo sabía a ciencia cierta que quería intentarlo, quería dar todo de sí para agradarle al más bajo y poder estar orgulloso de sí mismo.

Limón y Sal [YatoYota]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora