[ dos ]

143 24 4
                                    

Wooyoung soltó un suspiro  impaciente, llevaba más de ocho minutos esperando a una pareja a qué le ordenaran qué helado comprarían, le habían dicho qué menta, después chocolate y luego fresa y todas las anteriores le cancelaban justo cuándo echaría la primera bolita en el vaso.

El casi nunca perdía la paciencia pero este dia tenía muchas cosas qué hacer y no quería quedar mal en nada, por ello estaba muy presionado y quería hacer las cosas bien.

Lo cuál estaba mal.

Al fin de dos minutos la pareja se decidió por el sabor de ambos helados y aún con su impaciencia y estrés siempre daba una impresión buena, cómo el chico alegre del pueblo.

Después de unas horas ya iba camino a la iglesia pues después de un día pasado vería a sus niños y rogaba para qué el nuevo sacerdote llegara, ya extrañaba cantar. También pedía qué el nuevo sacerdote no fuera un amargado y gruñón que no lo dejara cantar.

Hizo un puchero mientras abrazaba su libro y la pequeña biblia en sus brazos, miraba el suelo cómo si fuera la cosa más interesante en ese hermoso pueblo.

—Lindo Woo!~. Escuchó una voz chillona y tierna gritar, giró su cabeza a aquella dirección y sonrió al ver al pequeño YeonJun

—Hola pequeño! ¿Caminaste hasta acá solo? —acarició los cabellos del pequeño mientras le veía preocupado

—Oh no, mi mami está adentro de la iglesia —apuntando al lugar mencionado y Wooyoung asintió —Ya conocí al nuevo sacerdote Wo

—Oh... ¿Ya ha llegado?. —Preguntó claramente sorpendido

—Sip .—Respondió el pequeño mientras daba saltitos caminando— es muy jóven y tierno! Dijo qué nos haría una fiesta para conocer a todos mis amiguitos qué vienen .—asintió seguro a sus palabras— Oh me llama mamá, nos vemos en un ratito lindo Woo

Abrazó al mayor antes de orse y Wooyoung soltó una risa nasal para después sonreír. Suspiró y al estar frente a la puerta de la iglesia hizo una reverencia y así seguir su camino al pequeño salir que asignaron  para sar el catecismo.

El salón no era tan grande sólo era lo necesario para qué 20 o menos niños cupieran cómodamente en este, sus butacas eran de blanco completamente así cómo el escritorio de Wooyoung.

Dejó la biblia y el libro sobre el escritorio mientras se sentaba en la silla, hoy no tenía planeado hacer mucho solo quería platicar con los pequeños para saber si todo estaba bien con ellos y si algo estaba mal ayudarles.

Recuerda una vez qué un pequeño fue llorando pedirle que lo abrazara, Wooyoung había pensado qué le habían hecho algo malo ya qué éste le decía qué su mamá era mala y qué no la quería. Motivo por el cuál le había dado una nalgada ya qué el niño no podía resolver unos problemas de matemáticas de su escuela, Wooyoung le tranquilizó durante una hora y después le ayudó y explicó a detalle aquellos problemas era el mejor resolviendolos.

—Se puede? .— Una voz algo grave le sacó de sus recuerdos, era un hombre alto, cabello negro, piel pálida y por cierto... Muy guapo, muy atractivo

Bajó su mirada y le vio de pies a cabeza sin disimular. Él hombre vestía unos pantalones de vestir blancos casi ajustados, una playera negra y al ver su cuello se maldijo internamente.

Aquel hombre tenía un Alzacuello.

Era el padre.

¿Qué debía hacer ahora? Se había casi sabroseado al sacerdote nuevo. ¿Eso era un pecado? ¿Había pecado?

Pero dios, fue algo que no pudo controlar y es qué Wooyoung no era así pero al ver aquel hombre... Al padre le hizo que quedara bobo.

—Eh? Ah... Si .—aclaró un poco su voz y se levantó de la silla para dar algunos pasos a donde estaba el sacerdote

—Me avisaron qué el catequista había llegado y quise conocerle, ya algunos niños me habían dicho qué su zorrito era un amor de persona, pero no se de qué zorrito me hablan .—soltó una pequeña risa tímida.

—Y-yo soy el z-zorrito. —sintió sus mejillas arder

—Esos niños te aman sin duda. —soltó y hizo una reverencia con su cabeza — Soy el nuevo sacerdote, Choi San un placer estar acá

Choi San... Hasta su nombre es lindo. Pensó Wooyoung

—Jung Wooyoung, un gusto conocerlo por fin. —hizo una reverencia y al alzarse juntó sus manos elevando su cabeza un poco para después bajarla y volver a ver al sacerdote — Escuche que quiere hacer un convivio con mis niños

—Es cierto. —asintió suave con su cabeza mientras metía sus manos a los bolsillos — quiero conocer a los pequeños qué están interesados en nuestro Señor, me gustaría platicar con ellos y enseñarles un poco más sobre lo que me hubiese gustado escuchar yo.

Wooyoung asintió a las palabras de éste y caminó de nuevo a su escritorio ahí abrió el libro y vió el horario de las sesiones que tenía en la iglesia

—Uhm los niños están más disponibles el viernes...padre. —balbuceó aquello último, sentía un poco extraño llamar de aquella manera al chico, por qué sí, se veía muy jóven.

—Entonces el viernes será, yo organizaré todo y un día antes me reúno contigo para platicar lo qué haremos

—E-esta bien. —¿Por qué estaba tartamudeando? Si sólo estaban platicando la primera actividad qué harían con los niños

—Es todo lo que tenia que decirte hijo

¿Hijo? Así qué realmente sentía muy extraño eso, pensó qué el nuevo sacerdote seria cómo los demás, con edad pasada de los 50. pero no, este era mucho más joven de lo que llegaba a pensar

Y guapo, ¿Cómo podía ser un sacerdote tan jóven y guapo?

Wooyoung qué estás pensando, es San el sacerdote del pueblo, ten más respeto por favor. Se dijo a si mismo.

Pero... Era imposible sacar aquellos pensamientos sinceros

El sacerdote era guapo

Jung Wooyoung... ¿No es pecado pensar de aquella manera del padre?

Pff.. claro qué no, cierto?

Lo era?

Claro que no! No estaba pensando nada del otro mundo. Aparte no ésta mal qué esté diciendo la verdad, San era guapo y sabia que no solo el lo pensaba.

 Aparte no ésta mal qué esté diciendo la verdad, San era guapo y sabia que no solo el lo pensaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

•┈┈┈••✦ ♡ ✦••┈┈┈•

Gracias por leer!.♡

| 𝐏𝐞𝐜𝐚𝐝𝐨 ;;ˢᵃⁿʷᵒᵒ  αdαptαcíσn 彡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora