Capitulo 8

77 1 0
                                    

Ahí estaba, tirado en el suelo, viendo al hombre que acababa de matar a su compañero, y que ahora le salvo la vida a Eduardo, pero ¿por qué lo hizo?.

El hombre hace contacto visual con Eduardo aun con su arma en la mano, se queda un momento observándolo fijamente a los ojos, después de un momento enfunda su arma en su cinturón y tiende su mano hacia abajo para ayudar a levantar a Eduardo.

Eduardo duda por un segundo pero después piensa que si en realidad lo hubiera querido matar ya lo habría hecho, toma su mano y el hombre tira de él para incorporarse.

—Gracias— le dice Eduardo.

—De nada— contesta el hombre— Me llamo Antonio.

—Eduardo— le contesta.

—¿Qué hace un chico como tú solo afuera?, ¿dónde estan tus padres?.

Eduardo piensa un momento antes de contestar, afortunadamente tenia su arma enfundada en la parte de atras de su cintura y el hombre no la ah visto todavia, sin vacilar y con mucha rapidez Eduardo toma el arma de su cintura y le apunta a la cabeza del hombre. El hombre se queda inmovil ante la sorpresa.

—No te muevas, las manos arriba y no intentes nada, si haces algo te disparo— le dice Eduardo dudando de las últimas palabras que le dijo.

El hombre asiente con la cabeza, Eduardo se acerca lentamente sin dejar de apuntar su arma, estira su mano izquierda para tomar el arma del hombre de su cinturón y se aparta de una zancada.

—¿Por qué mataste a ese hombre?— le pregunta Eduardo apuntandole.

—Porque era un monstruo— contesta después de pensar bien la respuesta.

—¿Y por qué estabas con él?.

—Porque solo él podia ayudarme, créeme, si no lo mataba hoy, él me hubiera matado a mí o a cualquier otra persona mañana.

—No sé si creerte.

—Mira, piénsalo así: yo mate a ese hombre porque él me hiba a matar, lo mate en defensa propia, ahora; tú estabas a punto de morir y te ayudé, ¿crees que si yo te quisiera muerto me habria molestado en venir aqui a salvarte?.

Eduardo analiza cada palabra que le dice Antonio, y en sus ojos ve sinceridad y honestidad, se queda pensando un momento.

—¡Eduardo cuidado atrás!— le grita Antonio.

Eduardo reacciona de sus pensamientos y se voltea y le dispara a dos zombies que estaban a pocos metros de el en la carretera, pero rápidamente vuelve apuntarle a Antonio que para su sorpresa continuaba en su sitio con las manos arriba.

—¿Ves?, no te haré daño, por favor.

Eduardo baja su arma lentamente. Antonio relaja sus brazos de igual manera.

—Si intentas hacer algo, te dispararé, ¿entendido?.

—Entendido.

—Vámonos.

Y encaminan su curso hacia el Hotel. En el camino se inician una conversación para conocerse.

—¿Qué edad tienes?— pregunta Antonio.

—Tengo quince, ¿Y tú?.

—Veinte, ¿dónde estan tus padres?.

—Murieron, ¿y los tuyos?.

—Me quedé huérfano a los quince, tuvieron un accidente.

—¿Y luego que hiciste?.

—Me fuí con mis tíos, ellos me cuidaron hasta los dieciocho, después de eso, me las arregle yo solo.

After Doomsday "Despues del fin del mundo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora