Capítulo 51.

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Joel:

Sentí alivio al escuchar lo que dijo Christopher, mi papá acepta lo que soy, quien soy.

Iba a verlo a su habitación para agradecerle pero no era necesario, él estaba tocando la puerta de mi habitación.

- ¿Podemos hablar?

- Sí, adelante. - le abro la puerta.

- Supongo que ya hablaste con Christopher.

- Sí, ya me dijo lo que pasó en su casa.

- Lo que le dije es cierto, hijo, no quiero que estemos así... como dos extraños.

- Yo tampoco lo quiero, papá.

- Yo soy tu padre, quien estuvo contigo el día que naciste, en tus actuaciones escolares, en tus cumpleaños y ... ¿Cómo no voy a estar para ti ahora que estas empezando una nueva etapa en tu vida? - veo como lágrimas caen de sus ojos.

Mi padre es un hueso duro de roer, solo lo he visto llorar dos veces, una de ellas fue en la muerte del abuelo. La razón por la que llora ahora soy yo.

- Fue muy egoísta de mi parte cerrarme en mi pensamiento retrógrada, pensaba que estaba mal, que así no debería ser pero el equivocado era yo... tú dijiste algo que no dejaba de dar vueltas en mi cabeza y era cierto, el amor lo es todo, amar es lo único que debería importar y yo te amo, hijo.

- Yo también te amo papá. - lloré en sus brazos.

- Te apoyaré en lo que decidas... te lo prometo.

Christopher:

- Entonces, ¿Ayer nuestro suegro estuvo aquí?

- Así es.

- Y dices que ya no se opondrá a tu relación con Joel...

- Así es.

- ¡Eso es magnífico!

- Así es.

- ¿Puedes decir otra cosa que no sea "así es"?

- Lo siento, la emoción no me deja pensar con claridad mis respuestas.

- Estoy muy orgullosa de ti. - Jenny me abraza por la espalda. - Eres tan valiente y tan decidido.

- En realidad, sentí mucho miedo.

- Es normal sentir miedo pero tú lo superaste... y todo está saliendo de maravilla.

- Así parece, espero hacer las cosas bien hoy. - estoy temblando.

- ¡Calmate! Lo estás haciendo bien... hoy es el último día del programa y tú llegaste hasta aquí con el sudor de tu frente.

- En realidad fue por mi voz.

- ¡Cállate! Dije con el sudor de tu frente. Yo sé lo que digo... tantas noches sin dormir, tantas mañanas sin desayunar por ir a trabajar y a ensayar no son en vano. - Me mira fijamente y dirige mi rostro al de ella. - ¡Hoy la vas a romper! Serás uno de los integrantes de la futura boyband del momento y yo iré a todos tus conciertos y me aprenderé todas tus coreografías y te pediré miles de autógrafos para venderlos en la universidad y...

- ¡Ya entendí! No sigas...- sonrío. - Me tendrás que dar la mitad de las ganancias de los autógrafos.

- ¿Por qué? - se exalta. - por las puras no pongo toda mi fe en tí.

- ¡No seas chistosa! - le digo haciendo un puchero. - Tengo que irme al canal.

- Ensaya mucho hoy, pero no mucho al mismo tiempo... tienes que cuidar tu voz.

Abro la puerta y lo veo a él, de pie frente a mí.

- ¡Por fin! Te estuve esperando por diez minutos aquí.

- No quedamos en que vendrías.

- ¿Acaso no puedo sorprender a mi novio? - eso sonó tan tierno.

- ¡Amo las sorpresas! - sonrío.

Caminamos con pasos cortos hacia la parada de autobús.

- ¿Sientes que el corazón late con mucho intensidad hoy? ¿Sientes que te cuesta respirar por la presión?

- Sí, lo siento pero también siento otra cosa. - sonríe.

- ¿Qué cosa?

- Siento que nos irá muy bien hoy y presiento que ambos seremos miembros de la banda, que viajaremos juntos por todo el mundo, que encantaremos con nuestras voces y que tendremos muchas fans.

- ¿En serio lo crees? - pregunto.

- Sí, es raro verte así, normalmente eres tú quien me anima y dice que todo saldrá bien... eres tú quien ve la vida de una manera tan relajada y sencilla.

- ¡Tienes razón! Este no soy yo. - respiro hondo. - Yo no soy pesimista, a mi siempre me va bien porque pienso en positivo.

- Y porque eres muy talentoso.

- Sí, soy muy talentoso. - sonrío. - Gracias.

- Mis consejos no son gratis, tienes que pagarme...

- ¿Qué te pague por decirme lo grandioso que soy? - me río de su ocurrencia.

- Sí, ya sé como puedes pagarme... ven a almorzar hoy a mi casa.

- ¿Qué? - esperaba todo menos eso.

- Que almuerces hoy en mi casa, ya hablé con mi mamá y le pareció una muy buena idea. ¿Qué dices?

- ¡Acepto! - sonrío. - le avisaré a Jenny que no iré a almorzar con ella. - busco mi teléfono en mis bolsillos.

- No es necesario, yo hablé con ella antes de venir a verte.

- Lo tenias todo planeado.

- Algo así, en realidad, quiero que te sientas acompañado hoy... es un día importante y necesitas estar acompañado.

Tenía ganas de besarlo, de abrazarlo con todas mis fuerzas pero teníamos que mantener la distancia por ahora.

Llamé a mi mamá antes del ensayo pero no me contestó la llamada solo me mandó un mensaje diciendo que me llamaría en una hora, que estaba muy ocupada.

- ¿Listo para la presentación de hoy? - mi coach dijo entrando a la sala.

- Estoy muy nervioso. - respondo.

- Es normal pero piensa en todo lo que te espera después de una gran presentación hoy.

- ¿Crees que puedo llegar a ser integrante en la banda?

- No lo creo, estoy seguro de eso. - sus palabras son reconfortantes. - Vamos a ensayar. - yo asiento.

Joel:

- ¿Aló?

- Joel, ¿Christopher ya está ensayando?

- Sí, acaba de entrar a la sala.

- Me comuniqué con la producción del programa y ya les dije que la señora Jenny iba a hospedarse en nuestra casa.

- ¡Genial!

- Gracias por ofrecerte a mantener a Chris alejado de la casa hoy.

- No te preocupes, Jenny... él aún no puede ver a su madre. Es una sorpresa.

- Ya quiero ver su cara cuando la vea.

- ¿Tú la traerás al programa hoy?

- La producción va a mandar un auto para recogernos en la tarde.

- ¿Aún no llega?

- Ya me comuniqué con ella también y dijo que estaba en el aeropuerto hace treinta minutos. Estimo que estará aquí en diez minutos.

- Me escribes cuando estés con ella, no llames porque Christopher puede pensar que le estamos ocultando algo.

- Y arruinaría la sorpresa.

- ¡Exacto!

El hilo rojo // JOCHRIS - Virgato. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora