Autor: Si sé que la mayoría de ellos ya han tenido experiencias cercanas a la muerte pero que una niña te pueda matar además de tener armas en tu cuello deja una fuerte impresión incluso si casi te mata un monstruo.
Bell y Freya se despertaron con un poco de dolor de cabeza por ser teletransportados por Miraak sin aviso no sabían dónde estaban, pero el lugar era hermoso.
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Freya: "Que hermoso jardín" Dijo sorprendida nunca había visto un lugar así.
Bell: "Es lugar muy bonito ¿pero porque Miraak nos trajo aquí?".
Freya: "No lose Óðr" Se quedo quieta cuando dijo ese nombre.
Freya: - ¿Por qué dije ese nombre? - Pensó la diosa preocupada
Bell: "¿Óðr?" Pregunto confundido.
Freya: "Es un nombre especial Óðr" Ella estaba aterrada no podía mentir ¿Por qué?
Esto no debería estar pasando ella solo tendría que ver al niño y mentirle, pero no podía ¿Por qué?
Freya: +Miraak: ¿Por qué mentirle a la persona que amas? + Miedo era todo lo que sentía no podía mentir, estaba indefensa frente a él, si Asia las preguntas correctas la desnudaría solo con la verdad.
Por primera vez la diosa sintió tal vergüenza que quería llorar lagrimas se presentaron en sus hermosos ojos amenazando con salir, debería ser así, pero alguien tomo sus manos, eran tan cálidas sentido que una vez que la agarraron no la soltaría y a quien pertenecían las manos era nada más y menos que bell cranel aquel niño que la enamoro que llevo su amor a otro nivel una locura enfermiza de la cual no se enorgullecía, pero si esa locura le daba la oportunidad de tenerlo ella la aceptaría.
Bell: -Mi pregunta la hizo llorar- Pensó triste mientras miraba la expresión triste de Freya ningún mortal o dios jamás la vio en un estado tan vulnerable., pero él tuvo la oportunidad de observar a la diosa más bella de orario llorar y le dolió.
Bell: "Diosa Freya tranquila todo va a estar bien" Dijo mientras acariciaba la cabeza de Freya.
Freya: "Gracias Óðr" Otra vez dijo el nombre de su amado y eso la puso más triste.
Bell noto que cada vez que pronunciaba esa palabra ella se ponía triste así que él también le diría de una manera de la cual no pudiera sentirse triste o apenada de como lo llamaba y por alguna razón las palabras llegaron a su mente.
