Después de empacar sus cosas, a toda prisa, la doctora Christine Palmer salió de su casa con dos maletas y su gato negruzco con blanco y hermosos ojos aguamarina, Stephen.
Antes de ir al aeropuerto, hizo una parada en el departamento de su mejor amiga, la señorita Pepper Potts, para dejar a su cuidado a su querida mascota. De verdad le duele tener que dejarlo, pero la situación lo amerita. Sin embargo, el alivio vuelve a ella al recordar que estará en buenas manos.
—Te agradezco mucho que me ayudes—dijo Christine una vez que fue recibida.
—Ni lo menciones, lo hago con gusto.
—Te lo encargó mucho, por favor—le pidió dejando a su gato sobre el piso de madera.
—Lo cuidaré muy bien, nos divertiremos mucho, ¿verdad, Stephen?—planteó poniéndose de cuclillas para acariciar al felino.
La agradable sensación de esos dedos rozando su pelaje provoco un ronroneo en el animalito.
De repente, un precioso y exótico gato de color chocolate salió de la nada, corriendo a toda velocidad empujando al otro minino.
El recién llegado comenzó a maullar escandalosamente, exigiendo la atención de Pepper, mientras el gato negro, con ayuda de su dueña, se recompone del repentino empujón.
—Oh, tú, ¡pequeño posesivo! No soportas no ser el centro del universo, ¿verdad?—reprendió la dama molesta.
El gato, en respuesta y en una actitud bastante sinvergüenza, frotó su cuerpo en las estilizadas y alargadas piernas de la pelirroja.
—¡Ahhh...! ¿Tienes un gato?—soltó sorprendida y asustada la doctora con su respectivo gato en brazos.
—Sí, lo acabo de adoptar hace poco—respondió cargando a su pequeña mascota—. Creo que me contagiaste tu amor por los gatos.
—Vaya, para adoptarlo hace poco se ve muy encariñado contigo—observó.
—Este gato es muy confianzudo y descarado.
—Guau, es muy lindo. Nunca había visto un gato con un pelaje marrón—comentó realmente entusiasmada, dejando a su minino nuevamente en el suelo.
—Sí, Tony es muy especial—concordó la pelirroja.
—¿Tony? ¡Que lindo nombre!—dijo acariciando la cabecita del susodicho.
El gato bicolor maulló molesto por los halagos que, claramente, no esta recibiendo él, viéndose ignorado.
—Oh, ¿qué tenemos aquí? Al parecer mi gato no es el único que gusta de ser el centro de atención—mencionó Pepper con humor.
El rostro feliz de Christine cayó a uno preocupado.
—¿Qué sucede?—cuestionó Pep al ver el decaído rostro de su amiga.
—¿Crees que sea buena idea?
—¿Qué?—repuso confundida.
—¿Que dos gatos vivan en el mismo lugar?—comentó preocupada—. Los gatos son animales muy territoriales y con el temperamento que se cargan estos dos, tengo miedo que se peleen.
—Descuida. Estarán bien.
—¿Crees que se lleven bien?—instó.
—Estoy segura que se harán muy buenos amigos, solo es cuestión de tiempo—contradijo despreocupada.
Palmer echo un vistazo a su reloj.
—Oh, ¡Dios mío! ¡Que tarde es! Sino me voy ahora perderé mi vuelo. Aquí están todas las cosas de Stephen.
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Amor gatuno (IronStrange AU)
FanfictionLa doctora Palmer, a causa de su trabajo, tiene que viajar de imprevisto y, sin muchas opciones, recurre a su amiga Pepper Potts para que cuide a su querido gato.