En las largas noches.

Primera noche

Las noches se han vuelto largas, el dolor interminable, la agonía y el sufrimiento no abandonan este cuerpo que está apunto de desmoronarse, su alma esta fracturada, al igual que aquel cuerpo que se encuentra en la habitación de un lado, se cansó de llorar, quiere ser fuerte, por ellas y por ella, su corazón se canso de sentir, su sonrisa se borró de aquel bello rostro, la desdicha es su única compañía pues lo ha perdido todo en los últimos meses, el cuerpo le duele tanto como le duele el alma, su respiración es entrecortada, como lo es su vida, ya no puede ni comer del dolor que siente al hacerlo, su vida se va, cada noche su cuerpo deja de vivir y desea en verdad estar muerto, la vida la ha golpeado fuerte esta vez, tan duro que la ha noqueado por completo, le cuesta respirar, le cuesta dormir, le cuesta querer y le cuesta sentir.
Le implora al cielo y al infierno por un poco de paz, por una gota de felicidad, pero no lo logra, nadie la escuela, ¿es qué acaso es tan mala que no merece nada? Todos en el mundo le recriminan culpas que le duelen más y más, son espinas en su cuerpo, dagas que de a poco le quitan lo que le queda de vida, cada vez esto es peor, cada vez se siente peor está vida, y no puede hacer nada. El dolor no la deja en paz, porque para ella la paz es solo una falsa ilusión que cada día duele más.