Una mañana el agricultor salio a trabajar a su finca, la tenia llena de semillas y cada vez que iba admiraba su tierra porque era buena y daba buena cosecha, aun las plantitas no crecían necesitaban tiempo, sol, agua, su vida así que el agricultor no se desesperaba, pero una noche llegaron aves hambrientas y se comieron las semillas, a la mañana siguiente el agricultor levantándose como todos los días camino a su finca y se topo con el desastre, las aves se habían llevado las semillas, unas encontró fuera de la tierra, otras en el camino y otras mas allá en las rocas y en las plantas de espinas y se sintio devastado, porque pensó en todo el trabajo que había hecho en vano, no habría cosecha ese año pensaba el agricultor y triste volvió a su casa, pero la otra mañana se volvió a levantar y fue y compro mas semillas y las volvió a regar, esta vez protegió la finca para que las aves no volvieran hacer desastre y las plantitas crecían y maduraban y daban fruto a 10 a 100 a 1000 y el agricultor se sentía muy contento porque ese año no se quedo sin su cosecha y así con esa tradición siguió su descendencia, dedicando siempre su primera cosecha a Jehová porque entendía que era Jehová quien hacia crecer sus plantitas, le daba sol, agua y todo lo que necesitaban, porque era Jehová quien regaba las semillas.
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CUENTOS CRISTIANOS
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