El apellido Winchester

Vacaciones

Portar el apellido Winchester no es fácil, claro que no.

Tal parece que la única manera de ser un verdadero Winchester debes provocar o verte involucrado en el fin del mundo, haber vuelto a la vida al menos dos veces y tal vez para darle más dramatismo al asunto, ser el envase de algún ángel o demonio hijo de Dios. Oh, ahí otro punto, también debes ser el maldito personaje con el que Dios se ha encaprichado en sus libros.

Y simple, ya eres todo un Winchester hecho y derecho.

[...]

-No y es mi última palabra, Stiles. –Noah Stilinski se da la vuelta en un intento de terminar la discusión con su hijo, pero claro que eso no funcionaria, es su hijo de quien estamos hablando-

-¿Por qué no papá? Dame al menos una buena razón para negarte. Ya he hablado con los chicos, dijeron que si quieres puedes venir con nosotros, no habrá nada de cacería, serán unas simples vacaciones de hermanos. –ambos sabían que eso no iba a salir como lo planearon, pero el intento estaba-

-No puedo acompañarte, chico. Hay demasiado papeleo aun luego del último ataque.

-Te llamare todos los días, por la mañana, tarde y noche. Estaremos con Bobby y Jody. Por favor papá, lo necesito. –uso su última carta, sí, los ojitos de cachorro atropellado marca Scott McCall-

-Vale, por dios, eres demasiado terco para mi propio bien. –suspira masajeándose la sien en un torpe intento de aminorar el dolor de cabeza que llego desde hace una hora, el tiempo que lleva su hijo dándole razones por las cuales debería pasar el verano con sus hermanos-

Porque sí, a pesar de lo que crea la mayoría Mieczyslaw "Stiles" Stilinski no es hijo biológico del Sheriff Noah Stilinski, no, él es hijo del reconocido cazador John y Mary Winchester. Aunque realmente nunca se sintió como un hijo del cazador, su madre fue asesinada cuando él solo tenía unos meses de vida y luego de eso decidió dejarlo con su amiga más cercana, Stiles llego a brazos de Claudia con sus cinco meses recién cumplidos. Desde ese momento adopto el apellido Stilinski, creciendo bajo el amor y cariño que le dio el matrimonio.

Siempre supo la verdad de su familia. Sus hermanos, sobre todo Dean, lo iban a visitar siempre que estaban cerca y cuando finalmente Dean cumplió los 18 años y Stiles tenía alrededor de 12 años, luego de una larga charla con Noah, consiguió que el menor pasase al menos una o dos semanas a su lado en vacaciones. A pesar de este tiempo, solo solía ver a su padre dos o tres días en total.

La relación entre los hermanos siempre fue buena entre los tres, aunque a veces no se puede decir lo mismo de la relación entre los dos mayores, el menor de ellos era quien funcionaba como pegamento en esa disfuncional familia, con su hiperactividad y verborrea no había lugar para peleas y palabras destinadas a herir, pero todo cambiaba cuando él no estaba presente.

Les tomo tiempo entenderse entre ellos, al fin y al cabo los tres eran solo niños cuando les tocó enfrentar un mundo más cruel que el humano.

-Luego de que les avises que tienes permiso, dime cuando pasaran por ti. –pidió el sheriff mientras se colocaba el cinturón que portaba su arma-

-Oh, sobre eso... puede que como es un suceso que sucede en algún momento del tiempo estimado, puede y solo puede que les haya dicho que tenía tu permiso de ir con ellos por lo que en este momento se encuentran en camino a venir por mí, así que estoy casi seguro que llegaran pasado mañana ¡Tada! –soltó sin respirar el menor terminando con un movimiento de manos de jazz-

-No me sorprende, avísale a la manada que te iras. No quiero pulgosos entrometidos en mi casa mientras tú no estés, ¿Entendido? –suspiro cansado, saliendo de la casa escuchando el claro grito de su hijo afirmando lo pedido-