El apellido Winchester

Sorpresas

Las horas de viaje se la pasaron entre chistes malos y comida chatarra que recogían en locales que se les cruzaron por el camino.

-¿Entonces? -pregunto la rubia después de que terminó la canción que hace momentos gritaban.

-Entonces ¿Qué?

-¿Cuánto tiempo más esperas que tu secreto se mantenga eso, un secreto?

-Se los diré... en algún momento. Solo debo pensar en cuándo y cómo, aunque el que más me preocupa es Scott y bueno los cachorros. Se lo que piensan ustedes de ellos y soy consciente de que no están muy de acuerdo con mi relación con ellos pero no son como ustedes creen. -soltó desesperado.

-Lo sé, yo lo sé. -intento tranquilizarlo, apoyando su mano en el muslo del contrario y apretando levemente, acto que lo tranquilizó al instante.

Él estaba verdaderamente agradecido de tener una relación como la que compartía con Claire, sabía que podía contar con ella en todo lo que necesite y ella igual con él. Se habían conocido luego de una cacería en la que el castaño se encontraba sin permiso de su padre o hermanos, al escuchar su apellido la rubia lo reconoció de inmediato. Al final, terminaron las dos cacerías que tenían en marcha con ayuda del contrario y desde ese momento nunca perdieron contacto. Cuando llego el día en que sus hermanos los presentaron, ellos simplemente se miraron fijamente para terminar riendo como maníacos, los Winchester mayores desconcertados pidieron una explicación y al no poder formular una mentira lo suficiente creíble tuvieron que decirles lo que paso realmente. Está de más decir qué ese verano pasó las primeras semanas castigado, pero valió la pena porque no se arrepentía ni por un instante de conocer a la rubia sarcástica y rebelde. Por otro lado, los mayores solían cuestionarse si fue buena idea mezclar a dos adolescentes que tenían muy poco sentido de auto-preservación y más contando que uno de ellos bueno, era un Winchester.

-¿Cómo van las cosas con Alex? -pregunto el castaño en un intento de desviar el tema anterior.

-Sabes que Sam y Cas aceptan tu relación con ellos ¿Verdad? -claro que no le funcionó muy bien- Dean también aunque no lo admita, pero será el primero que comience su caza si ellos matan a alguien. Tienes suerte de que no se hayan enterado de lo que sucedió entre tú y ese lobo, sino ya tendrían un alpha menos. -dijo riendo.

-Si... no creo que le agrade eso a los cachorros.

-¿Ni siquiera sabiendo lo que te hizo?

-Bueno...

-No lo saben ¡¿Ni siquiera tú manada lo sabe?!

-No seré el que arruine las relaciones de manada. -declaro el castaño provocando aún más la ira de su amiga.

-¡¿Arruinar que Mieczysław?! ¡Él te engañó, te lastimó y encima se cree con el derecho de controlarte! ¡Eres un idiota y no es pregunta!

El viaje al final terminó entre peleas, disculpas, canciones y más comida chatarra. En pocas palabras como en los viejos tiempos.

[...]

-¡Samantha! ¡Ven aquí que llegaron!

El grito rebotó entre todas las salas del búnker hasta llegar a ellos, provocando sonrisas divertidas que luego se convirtieron en carcajada al distinguir los insultos provenientes del Winchester mediano.

En cuanto sus pies tocaron el último escalón y distinguió las figuras de sus hermanos mayor, como si un nido de vampiros lo estuviesen persiguiendo, salió disparado hasta engancharse del cuello de ambos, terminando los tres hermanos en el piso y los mayores sirviendo como colchoneta para el menor. Las risas no tardaron en llegar y ni tonto ni perezosos los Winchester se fundieron en un abrazo necesitado y casi asfixiante, ellos no eran de las demostraciones pero cuando las cosas se ponían complicadas y se enfrentan a situaciones en las creen que no van a salir ganadores, cuando vuelven a verse no pierden el tiempo.