- ¡Hoy es día de fútbol! - desperté con los gritos de mi papá en la mañana
- Papá, estaba dormida - escuché que se quejó mi hermana Mar, de 13 años. Seguramente mi otra hermana Zoé, de 6 años, seguía dormida como un tronco.
Me levanté todavía en pijama, me hice una coleta de caballo y me disponía a bajar, cuando mi papá me interceptó en las escaleras
- Hija, talvez, digo, si quieres, puedes llamar al muchacho este... ¿cuál era su nombre?
- ¿Rob? - le sugerí a mi papá con media sonrisa
- Sí, como sea que se llame, para... ya sabes, ver el fútbol
- Papá, ¿hasta cuando vas a dejar de fingir que olvidas su nombre? Lo has invitado a todos los partidos de fútbol de ése equipo durante los últimos dos meses
- Tú sólo llámalo - me dijo antes de regresar a su cuarto, sonreí y regresé por mi celular para mandarle un mensaje
Ámber: ¡Ya despierta colibrí!
Rob: Hola niña
Ámber: Sólo quería recordarte, que como cada partido de fútbol, estás cordialmente invitado
Rob: ¿Qué llevo esta vez?
Ámber: Sabes perfectamente bien que no debes de traer nada
Rob: ¿Y llegar con las manos vacías? Ni loco
Ámber: Siempre te estresas por lo mismo, no quiero ser pesimista pero nunca traerás algo adecuado, mi amigo. Cuando trajiste frituras mi papá creyó que lo querías hacer engordar, y cuando trajiste refresco dijo que le querías ocasionar diabetes
Rob: Encontraré lo que debo llevar, lo sé.
Ámber: Tú siempre tan odiosamente optimista, ¿entonces si vienes?
Rob: Claro
Ámber: Nos vemos entonces ésta noche, colibrí
Rob: Por supuesto
- ¡Papá, Rob sí puede venir! - le grité desde abajo de las escaleras
- Ajá - me respondió
- Ya despertaste - me dijo Mar, que estaba haciéndose un licuado en la cocina
- No, estoy sonámbula - me sacó la lengua y siguió en lo suyo - va a venir Rob en la noche
- ¿Lo adoptaron o algo por el estilo? - me dijo
- Parece que sí
- Es rutina que esté cada sábado en esta casa. Cualquiera diría que está haciendo méritos con el suegro, te lo advierto
- Sólo somos amigos y lo sabes, parece ser la única persona pensante de mi salón, no tenía otra opción - ella rió
- Tú eres sólo su amiga, pero él...
- Es sólo mi amigo - la atajé, y sólo se encogió de hombros - ¿y qué hay de ti, Mar? Los he visto muy a gusto al señor copetón y a ti - se puso tensa al momento, yo sólo reí y me fui a ver una peli
- Quiero ver Peppa - salté en el sillón, y volteé a ver a Zoé, que había bajado como una verdadera ninja
- ¿A qué hora bajaste?
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Casi un placer
Teen FictionTutora de su hermano. Creo que es la posición en la que quisieran estar todas las mujeres de 13 a 45 años aproximadamente. Menos yo. ¿Por qué? Un insignificante detalle. Soy la responsable de mis dos hermanas menores de desde que mis padres murieron...