Capítulo 1

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Mordí un poco muy fuerte su labio al sentir el impacto de mi cuerpo  contra la pared y él ajustó su agarre a mis biceps. El aire comenzaba a hacer falta n mis pulmones, pero de todas formas jadeé penosamente al sentirlo alejarse de mí para deshacerse de su camiseta, quedando demasiado hipnotizado con la vista como para  pensar en deshacerme de la mía propia. Él se acercó acalorado y con torpeza desesperada desnudó mi torso, y mientras yo arqueaba mi espalda al sentir la aún fría superficie contra mi espalda desnuda, él no paraba de dar calientes y húmedos besos a mi cuello. 

Con una impresionante fuerza de voluntad me separé de él e invertí la situación, ahora era él quien estaba contra la pared conmigo arrodillado desabotonando sus pantalones con tortuosa lentitud, mirándolo inocentemente bajo espesas pestañas, mientras él me rogaba con la mirada que parara de jugar. Bajé sus pantalones junto con sus boxers y tomé su miembro con mi mano, masajeándolo en seco antes de tomarlo entero en mi boca, cubriendo lo que faltaba con mis manos, dejando que reposara en mi garganta unos segundos antes de sacarlo para succionar y lamer la punta para luego repetir un par de veces más, todo esto sin dejar de mirarlo, recordando lo mucho que le gusta y admirando sus expresiones faciales. 

Justo en ese momento me dio una mirada hambrienta e hizo un puño de mis rizos echando la cabeza para atrás, tomando el control mientras yo apoyaba mis manos en sus muslos para mantener el equilibrio, dejando que se follara mi boca libremente. Mis ojos aguándose ligeramente y mi abdomen contrayéndose para evitar las arcadas. Por mi parte me concentré en succionar, haciendo que tirara de mis rizos y se corriera con un par de embestidas más. Soplé aire frío en la punta mientras bajaba de su orgasmo con el único propósito de que sus espasmos duraran un poco más. 

Cuando se recuperó completamente me dio una sonrisa con hoyuelos al ver que lamía mis dedos después de limpiar las comisuras de mi boca. Acomodó su ropa. 

—Eso...—suspiró —Fue fabuloso. Déjame devolverte el favor —halagó, dándome una mirada sugestiva mientras se acercaba. 

—Estoy bien, pero muchas gracias por la cortesía. Por ahora solo necesito ir a cambiar mis pantalones. —dije con una sonrisa coqueta y divertida mientras señalaba mis vaquero en los cuales me corrí tan solo unos minutos atrás. 

Al llegar a mi casa recibí un mensaje. 

Juan Pablo: Estuviste muy bien hoy, repetimos la semana que viene? (:

Yo: Tú también. Solo dime cuando (:

Suspiré y me tiré agotado en mi cama. 

Llevábamos un par de meses manteniendo un tipo de relación de amigos con beneficios o algo así. Juan Pablo era mi mejor amigo pero esto simplemente se dio, encuentros de vez en cuando específicamente por placer, sin sentimientos de por medio y completamente en secreto. Nadie sabía de lo nuestro, yo era el chico más codiciado en la escuela, mientras Juan Pablo y su novia eran la pareja más popular. Si lo que hacíamos salía a la luz, nuestras reputaciones quedarían arruinadas. 


...


Durante el almuerzo mi mesa estaba atestada de chicas que trataban de seducirme, y yo les seguía el juego solo por aburrimiento. Tenía a una de ella prácticamente sobre mí cuando cruzamos miradas, él no estaba en una situación muy diferente a la mía con su novia. Con un sutil gesto de barbilla señaló el baño. Cuidando de no parecer desesperado aparté a la chica y sin decir nada me dirigí al baño.

Luego de asegurarme de que el baño estaba vacío enjuagué mis manos, y poco tiempo después sentí sus pasos y el sonido del seguro de la puerta. Observé en el reflejo del espejo como me observaba de arriba a abajo, deteniéndose notoriamente en mi culo, luego acercándose a pasos lentos pero largos. 

—¿Tan difícil es estar sin mí? 

—Si no estuvieras igual que yo no estarías aquí, Cariño —Susurró en mi oído cuando estuvo lo suficientemente cerca, con esa voz ronca que enloquece a cualquiera.

Me giró por el hombro de repente y me pegó a la pared, dejándome preso entre sus brazos. Sorprendido entre abrí los labios justo antes de que atacase mi boca, hambriento. Cuando logro reaccionar respondo a su beso y enrollo mis brazos en su nuca mientras pone sus manos descaradamente en mi culo, siguiendo su camino hasta mis muslos para cargarme y dejarme sobre el mesón, sentado de espaldas al espejo del baño.

Voy recostándome a medida que el beso se profundiza, teniéndolo entre mis piernas. Él se desnuda delante de mí, sin separarse demasiado de mi boca. 

—Hay condones lubricados en mi bolsillo trasero –Mascullé como pude entre beso y beso. 

Luego de despojarme de mis prendas me indicó que pusiera mis piernas sobre sus hombros, gimiendo un poco en anticipación a lo que estaba a punto de ocurrir. Lamió entre mis mejillas, trazó con su lengua una y otra vez sobre el anillo de músculo hasta que me consideró suficientemente húmedo. Usando mi pre-semen como lubricante introdujo lentamente su dedo medio hasta el nudillo mientras me masturbaba para disminuir la quemazón, empezó a moverlo e introdujo un segundo dedo cuando comencé a moverme hacia él buscando más contacto. Tres dedos en mi interior preparándome para él. 

—Te quiero dentro —Rogué cuando sentí que estaba por venirme, pero no quería hacerlo sin sentirlo en mi. 

Me lanzó una de sus perfectas sonrisas y se inclinó para morder mi hinchado labio inferior mientras acomodaba el condón en su longitud. Abracé su cintura con mis piernas haciendo más sencillo el alinear de su miembro con mi entrada. Estando a milímetros de mi boca preguntó en un suspiro si estaba listo, sonreí de medio lado con la mirada obscura, mordisqueando mi labio al sentirlo penetrarme. Cuando estuvo por completo dentro cerré los ojos con fuerza, él entrecerró sus ojos formando una perfecta "O" con su boca, cada uno tomándose su tiempo para acostumbrarse al contacto con el otro. Apreté sus biceps, como diciéndole que estaba listo para que se moviera.

Adentro, fuera, adentro, fuera. El movimiento pasó de ser lento a ser imposiblemente rápido y profundo, rudo. Me sentía tan fuera de mí que tuve que aferrarme a sus hombros. Estreché el agarre de mis piernas a su cintura buscando estar lo más cerca posible, él arremetiendo furiosamente. Su abdomen friccionaba con mi miembro con cada estocada, lo cual me estaba enloqueciendo. Mis jadeos se hicieron tan fuertes que tuvo que cubrirme la boca para que no se escuchara afuera. Decidí lamer sus dedos y mis ojos se aguaron al encontrarme cerca. Nos corrimos al mismo tiempo, él cubriendo mi boca mientras ahogaba sus propios gruñidos clavando su dentadura superficialmente en el espacio entre mi hombro izquierdo y mi cuello. Se quedó dentro mientras calmaba su respiración.

Luego de tirar el condón a la basura limpió con una toalla de papel un poco húmeda el semen con el que yo mismo manché mi estómago y me ayudó a incorporarme. 

Salí primero del baño advirtiendo que estaba por terminar la penúltima clase, pero de todas formas no era de extrañar que nos saltáramos alguna hora. 


...


—Hey, ¿dónde estabas? te saltaste la única clase que compartíamos hoy. 

Iba camino a la salida por el pasillo de la escuela, mezclado entre el flujo de estudiantes luego de que sonara el timbre de salida cuando mi mejor amiga me tomó del brazo. 

—Se puede decir que estaba... —desvié la mirada —ocupado. 

Ella negó con la cabeza cuando vio lo que yo veía. 

—Deberías hacerme caso y parar con esto antes de que alguno de los dos se enamore y terminen lastimados. 

—Bueno, en ese caso, quien se enamore no voy a ser yo —dije con arrogancia cruzando los brazos. 

—Hablo en serio, Loro. 

—Si, sí, yo también. Bien, debo irme. — enganché los brazos a la cintura de dos lindas chicas que iban a la salida también. — Señoritas. 


N/A: Aunque no lo crean, me demoré casi una semana escribiendo miserables 1324 palabras, así que demórense leyendo, please (': 

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2022 ⏰

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