Todo era oscuro, caminaba lento, deseando que en su siguiente paso existiera algo para retenerla, no duró mucho en contemplar una tenue luz, casi como un pequeño resplandor que iluminaba algún objeto verdoso, llena de curiosidad prosiguió con su andar, frenando en seco al comprender de que se trataba aquel objeto en estado inmóvil con esos parches que simulaban ojos, un pequeño peluche que parecía mirarle desde su sitio, un sentimiento de compañía y agonía, casi podía jurar que el juguete le insistía en que lo tomara en brazos, sus pasos disminuían no quería acercarse más, pero la sensación de necesidad era su peor pesadilla. No comprendia ni la mitad de sus pensamientos, la necesidad de caer en llanto mientras una gran carcajada pesaba en su pecho, sin entender simplemente lloraba riendo, desbordando lágrimas sobre su gran sonrisa, odiaba que eso le pasará y no era lo único que odiaba, se detestaba de pies a cabeza por ser la única que disfrutaba de un momento de desesperación.
-Colette, ¿Los peluches de Spike, los has visto por algún lado?- exclama interrumpiendo el momento de la peliblanca- ¿Colette?- al observar las lágrimas caer de sus blancas mejillas, preocupándose al instante, sin encontrar el momento correcto para ayudarle.
-¿Haz dicho Spike?!- Sus ojos cambiaron con la mención del cactus, mostrando su afilada sonrisa bastante característica de la chica- ¿Dónde estará ese pequeño travieso?!- musitó volteando su cabeza en busca del antes mencionado.
-Solo pregunté...- se acercaba dando paso lento para que la cajera no se sobresaltara y brincara sobre el en jubiló- Olvídalo, ya tendré oportunidad de buscarlos, pero dime ¿cómo te sientes?- ya estaban frente a frente, y aprovechó para acariciar suavemente la mejilla limpiando las lágrimas.
Su primer reacción fue separarse, su sonrisa desapareció dejando un ceño angustiado, sus pupilas se dilataban obteniendo el tamaño natural, temblaba en brazos del azabache, aquellos ojos eran reconocibles para el joven, dejandolo paralizado, pero estos cambios no duraron, regresando a lo que ya era habitual. Colette no tardó en regresar en si apreciando la cercanía de su compañero, y sin perder tiempo se aferró a él en un fuerte abrazo asegurando de tomar en manos la suave bufanda que intentaba no ser apricionada por la joven.
-¿Eh?- apenas podía quejarse de la presión que sentía en su pecho, sintiendo ilusión, ilusión que había jurado no tener- ¿Por qué estabas llorando?
Simples risas salían de la joven que intentaba alcanzar su bufanda que buscaba escapar de los dedos de la peliblanca, hace bastante tiempo que ella no lloraba, incluso con las miradas fulminantes y el desprecio de sus ídolos, parecía no tener razón alguna para llorar, la tristeza no existía para ella o al menos no para esta Colette, y en cierta parte le alegraba, mientras el sufría sabiendo la gran mentira que ahora conocían como vida, y aunque sabía que no era ella no podía dejar de quererla. La cajera ya se había hecho con pequeños trozos de hilos que desprendió con entusiasmo de la prenda favorita de su compañero de trabajo, separándose casi de inmediato para abrir su diario justo en la página donde resaltaba el nombre "Edgar".
-Colette...- susurraba frente a la joven el dueño del nombre que titulaba la página que la de dientes puntiagudos fervientemente añadía una gran cantidad de pegamento- deberías dejar de arrancar pedazos de mi bufanda, ahora está inquieta.
-Si fuera de mi pertenencia dejaría de hacerlo, pero cada que llega mi cumpleaños y te la pido de regalo, empiezas a decir que es importante para ti, que te es necesaria, y quién sabe que otra excusa pones- decía al fin vaciando por completo el bote de pegamento que tenía entre manos- así que si no es mía por completo, ¡debo conseguir la mayor parte de ella!.
-No estoy convencido de lo que acabas de decir, pero tengo que regresar al trabajo si no quiero que me despidan- y sin más regreso en su búsqueda de peluches.
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Sueños De Angustia (Colette X Edgar)
FanfictionColette comienza con ligero ataques de recuerdos, que reconocerán como sueños lúcidos, que le darán una pizca de esperanza a su compañero de trabajo, quien quiere tenerla de vuelta sin importar el costo. Si Edgar x Colette :>