★ ' four

1.7K 134 10
                                    

一 Jenonnie...- llamó el castaño suavemente, Jeno respondió con un pequeño murmuro, haciéndole saber que lo escuchaba 一 ¿Cuánto falta? - el castaño preguntó, balanceando sus piernas suavemente, aún se encontraba sobre la fuerte espalda del contrario, pero ya estaba aburrido.

一 Ya falta poco, bebé. Recuerda que tú quisiste ir a comer comida italiana en específico - habló divertido mientras una nueva sonrisa se extendía en su rostro. El castaño hizo un puchero cómo respuesta.

Pero, rápidamente una bombilla apareció en sus pensamientos, sonrió enormemente y beso el cuello del pelinegro, dejando al último una débil mordida, que por obvias razones no dejaría marca.

一 Bebé...- Jeno habló con sorpresa, Jaemin siempre hacía eso cuando estaban fuera de la escuela, ya era normal entre ambos, pero Jeno aún no se acostumbraba. Jaemin parecía tan inocente ante sus ojos, pero sabía que no era cierto, ambos ya eran mayores de edad, y tenian las hormonas revoloteando en su interior.

Jaemin sólo se limitó a esconder su cabeza en el cuello contrario, se encontraba con ambas mejillas sonrojadas, sorprendido por sus mismas acciones, pero le encantaba besar el cuello blanquecino de su mayor.

Era cierto que Jaemin besaba y mordía suavemente el cuello del blanquecino incontables veces, pero siempre al separarse, le volvía su nerviosismo y vergüenza, haciendo que Jeno sonriera enternecido por las acciones de su menor.


一 Ya llegamos, bebé - dijo el pelinegro abriendo la mampara de vidrio de aquel restaurante italiano, rápidamente los exquisitos olores llegaron hacia él, haciendo que su estómago rugiera de hambre.

Al ya estar dentro, Jaemin se bajó rápidamente de la espalda del pelinegro y se fue apresurado a buscar una mesa vacía y que tenga una buena vista al paisaje exterior, pero a la vez, que el lugar no sea muy descubierto.

Jeno sonrió divertido, y se apresuró a seguir al castañito adorable para poder sentarse, sus pies le estaban matando.

一 Ven aquí, Jenonnie - el pelinegro escuchó el llamado de su castaño amigo, levantó la mirada y observó a Jaemin agitar sus manos levemente para que lo notara.

El pelinegro fue acercándose a paso apresurado hasta llegar a la mesa, sentándose rápidamente al lado derecho de Jaemin, una loca idea se cruzó en sus pensamientos y en menos de un segundo la realizó; jalo el cuerpo contrario hacia él para que Jaemin estuviera sobre su regazo.

Ante tal acción, Jaemin sonrió tímidamente.

一 Ahora si estoy cómodo, bebé - Jeno habló mientras guiñaba un ojo, fallando al instante, él no sabía guiñar sus ojos, Jaemin río al ver las acciones contrarias. Jeno también acompañó sus pequeñas risas.

一 Esto es muy cómodo - el castaño escondió su carita sonrojada en el cuello contrario. Disfrutando el momento.

Ambos estuvieron hablando un buen rato, se encontraban en su propio mundo, susurrándose palabras bonitas mutuamente y sonriendo bobamente, hasta que escucharon un carraspeo proveniente de una tercera persona.

Jeno y Jaemin dejaron su mundo y voltearon confundidos, al parecer era una trabajadora de aquel establecimiento, aquella joven tenía el cabello rosado mientras que en sus manos se encontraba un pequeño cuadernillo para poder anotar los pedidos.

一 Guapo, ¿ya sabes lo que vas a pedir? - habló la joven de cabellos rosas, observando directamente a Jeno, mientras su mano derecha se encargaba de ondular un poco de su propio cabello.

Estaba ignorando completamente al castañito. Jaemin hizo una mueca asqueada.

¿En qué época vivió aquella chica? Santos cielos, existen mejores formas de "ligar", Jaemin sentía vergüenza ajena.

Sin dejar que pasara un segundo más, el castaño entrelazo sus dedos con los del pelinegro, haciendo que Jeno sonriera,  ambas manos con los dedos entrelazados ahora se encontraban en medio de las piernas de Jaemin. Jeno pensó que Jaemin era demasiado tierno, parecía un pequeño conejito.

一 Uhm...por si no te diste cuenta, somos dos personas - Jeno habló luego de un corto lapso de tiempo en silencio. Su tono de voz parecía frustrada.

一 Si, si, ¿que van a pedir? - la joven hizo un ademán con su mano libre, restándole importancia, aún manteniendo sus ojos sobre el azabache.

Jeno sintió asco cuándo vio que aquella muchacha seguía ondulando su cabello con su mano derecha.

Jaemin nuevamente hizo una mueca al escuchar la voz de la joven, y escondió su rostro en el cuello de Jeno, el pelinegro soltó un bufido por la desagradable acción que aquella joven hacía.

一 Bien, uhm...¿Qué quieres, bebé? - preguntó el pelinegro, ya quería que aquella trabajadora les deje en paz, pero no recibió respuesta, sólo sintió como el castaño dejaba cortos besos en su cuello y luego de pequeños segundos sintió una pequeña succión, estaba seguro que tal acción, al menos, dejaría una pequeñísima marca 一 B-bebé...- habló sorprendido.

A pesar de que aquellos actos fueran comunes, Jaemin nunca le había hecho una marca de tal manera, nunca.

La joven de cabellos rosas aún estaba de pie a pocos metros de aquella pareja empalagosa, tenía su ceño fruncido, era muy notable su enojo y frustración en esos momentos.

Luego de un pequeño lapso de tiempo, Jeno se aclaró la garganta, le era imposible hablar con Jaemin dejando cortos besos a lo largo de su cuello.

一 Bien, una lasaña, una pizza americana y un refresco - el pelinegro pidió, esperando a que la chica se vaya de una buena vez, pero parecía que no entendió lo que el pelinegro le dijo ya que aún se encontraba a poco centímetros de ellos 一 Creo que ya puedes irte.

La chica bufó y se dio la vuelta, para al fin irse, dejando nuevamente a Jeno y Jaemin solos.

Jeno quitó suavemente la cabeza del de cabellos castaños de su cuello y lo atrajo hacia su rostro, besándole al instante, Jaemin rápidamente le siguió el beso, no le podían culpar, amaba los labios de
su mayor, al separarse el pelinegro mordió suavemente el labio inferior del contrario y sonrió.

Jaemin ahora estaba completamente feliz, sintiendo una gran emoción florecer en su interior, bajó sus ojos hasta posarlos sobre sus dedos entrelazados con los contrarios, automáticamente una sonrisa boba se extendió en su rostro.

一 Bien, bebé, ¿podrías decirme que fue toda esa escena anterior? - Jeno preguntó mientras sujetaba con delicadeza el rostro
contrario, haciendo que ambos se miren fijamente.

一 Umm...n-no lo sé, Jen  - respondió sonrojado, Jeno le miró enternecido. Jaemin era demasiado dulce.

Entre risas, conversaciones y pequeños besos ambos terminaron de comer, al ya ser tarde, Jeno se acercó hacia la caja para poder pagar, para su mala suerte, la anterior joven de cabellos rosas era quién se encargaba de aquel trabajo.

En todo momento sintió la mirada contraria en todo su cuerpo, al terminar de pagar, hizo el amague de darse la vuelta, pero la pelirosa le sujetó de su brazo derecho, entregándole un pequeño papelito doblado, con el ceño fruncido deshizo el agarre y empezó a caminar hacia dónde Jaemin estaba.

Al llegar a donde el castaño, se dio cuenta que tenía sus brazos cruzados y su entrecejo estaba fruncido. Jaemin había estado observando absolutamente todo.

一 ¿Bebé? - preguntó suavemente, pero no recibió respuesta alguna.

Jaemin sólo le arrebató el papel que tenía en su mano, a gran velocidad lo abrió, leyendo todo rápidamente con las cejas fruncidas, al terminar arrugó el papel y lo tiró en el tacho de basura cercano.

Jeno sonrió por la acción contraria, jalo a Jaemin de su brazo y rápidamente acercó sus labios a los contrarios, siendo correspondido casi al instante, el castaño subió ambos de sus brazos y envolvió suavemente el cuello contrario.

Era un beso suave y muy lento, no tenían por qué apresurarse, ambos sonrieron en medio del beso, y al separarse, Jeno mordió delicadamente el labio inferior de Jaemin y sonrió.

No repararon que a pocos metros de ellos, había una joven de cabellos rosados demasiado enojada.

❝ 𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃𝐒? ๑ 𝗡𝗢𝗠𝗜𝗡 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora