Vuelve, toma terreno
y vuelvo a tener miedo.
Hoy fue sábado y estuve muy asustada,
con miedos y muchos pensamientos.
Hice galletitas y entre la mezcla callaron mis lagrimas, tan amargas y quemadas salieron, tan azules se veían.
Aunque la ayuda no está en escribir, deposito mis miedo acá, para que al pasar los días, estas palabras pierdan valor y todo minimice.
Decime si estoy bien,
por favor,
decime si todo lo estoy haciendo bien.
Después de cada atardecer todo queda tan silencioso, como si las cosas se fueran romperse, como si llegara a romperme, porque la casa queda tan vacía y frágil, que ni el atardecer llena tanta oscuridad.
Te fuiste y me dejaste,
no te culpo y te perdono.
Te fuiste y dejaste paz, las cosas cambiaron pero yo sigo igual.
Capaz no sea tan inteligente como dicen, me siento tan mediocre, tan poco, tan nada. Lo que toco no queda igual, lo que hago queda tan desagradable, lo que soy es tan.. todo mal en este pedazo de texto, si se podría llamar texto.
La playa es mi lugar favorito,
guardo mi corazón ahí.
Pequeños granitos de arena, el mar tan callado pero a su vez tan descontrolado.
Me gustan los días de lluvia, pero un día gris remueve algo dentro de mí y hace extrañar algo antiguo y eso hace sentirme tan extraña. ¿Cómo se le podría llamar a eso?
¿Capaz cada vez que el cielo está gris es por qué está triste? Es cielo, nubes, y nadie lo nota, y de seguro sí está triste, pero todos ignoran.
Nadie me entendería,
tan cielo y mar,
tan azul y yo.
Tan pequeña entre tanta soledad.
