Querida A.S

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-¿Australia?- dijo la chica con sus expresivos ojos grises más abiertos de lo normal.

-Sí cariño, Australia. Sabes que tengo allí mi casa y mi familia. ¿Tus padres se opondrán?

Estaban sentados en un pequeño bar de Canadá. El lugar era bastante acogedor y se había convertido en el refugio de la pareja estos días. Las paredes estaban cubiertas de un papel que imitaba el ladrillo, millones de mesas que no dejaban un gran espacio entre ellas y cada una de un color (desde rojo a violeta) solían estar ocupadas por jóvenes con ordenadores o parejas enamoradas, unos cómodos sofás al fondo, una estantería con libros y discos que podías alquilar y una gran barra desde la que salían los mejores chocolates calientes del mundo. Ash siempre se dirigía a uno de los sofás; los consideraba más íntimos que esas mesas desde las que oías todo. Audrey, por su parte, se dejaba llevar por su pareja sin darle importancia al lugar, ya que solo quería estar a su lado tomando aquel chocolate. 

-No es que se opongan, si no que nunca me he ido de casa. Esta ha sido la primera vez Ash.

Cogió la taza con el espeso contenido y lo removió con la cucharilla. Sus manos se calentaban y lo agradecía enormemente. Miró al rizado. No dejaba de soltar suspiros frustrado y de dar pequeños tirones a su pelo.

-Tal vez si te conocen no se preocupan tanto- sugirió la chica.

-¿Q-Quieres que conozca a tus padres?

En estos años había salido con tres chicas, pero ninguna le había presentado a su padre. Si se quedaba a dormir madrugaba para no verlo y si iba por la tarde volvía pronto a casa. Nunca se le había dado bien mantener conversaciones con padres. Había cosas que no entendía. Por ejemplo, ¿cómo saludar? Un "buenas tardes" no estaría mal, aunque un "encantado Señor". Perdido era poco para lo que en realidad estaba. Que Audrey tuviera dos lo hacía aún más complicado.

-¡Sí! ¿Por qué no? Seguro que les caes bien.

-P-Pues habrá que hacer una visita a mis suegros.

Audrey dejó la taza y saltó a sus brazos para unir sus labios. La emoción y alegría de uno era igual al miedo y nerviosismo del otro. ¿Saldría algo bueno de ahí?

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2015 ⏰

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