Las frágiles lágrimas de Rudbekia caían como finos diamantes resbalandose por sus sonrojada mejillas, ella sollozana levemente mientras tapaba su boca y miraba hacia el frente, a su alrededor todo el mundo susurraba cosas sin sentidos, al menos para ella y unos cuantos metros enfrente se hallaba la razón de su llanto.<El>
Aquel hombre de piel morena, cabello blanco y ojos Dorados sólo mantenia sus brazos extendidos mientras esperaba que su bello Ruby se calmara para poder abrazarla con fuerza, le importaba muy poco los susurros a su alrededor o que las miradas estuvieran puestas en ellos.
A unos cuantos metros de esa escena se hallaba Isuke Van Omerta, actual duque de la casa Omerta y, esposo de Rudbekia, conocida Mayormente por Ruby por las personas, a su izquierda se encontraba Elena Van Omerta, su hermana menor y una amiga cercana de Ruby, mientras que a su derecha se hallaba Freya Van Furiana, su amiga de la infancia y anfitriona de la fiesta de té.
Pero
¿Como han llegado a esta confusa situación?
{Hora y media antes}
Ruby y Isuke habían abordado el carruaje hacia unos 15 minutos, 15 minutos de puro silencio con sólo el sonido de las pisadas de los caballos siendo los que más se repetía. A Isuke no le molestaba ese silencio, pero le molestaba el semblante tan deprimente que adornaba la ingenua cara de su esposa, quien usualmente se hallaba riendo, hablando o haciendo algo para llamar su atención, no era normal que se encontrara tan callada.
Mientras tanto en la cabeza de Rudbekia todo era un caos, habían explosiones mentales cada dos segundos en busca de un tema de conversación para romper ese incómodo (a su vista) silencio, y sin ser consciente había formado una mueca de preocupación, no fue hasta que su esposo habló que finalmente salió de su colapso mental.
Esposa, te encuentras bien? No has hablando en todo el viaje — Le preguntó Isuke a la rubia que lo miró unos pocos segundos con su mirada celeste antes de sonreír ingenuamente.
Me encuentro de maravilla! Es lindo saber que le preocupo a mi esposo! —
Respondió Ruby con la esperanza que en cuanto terminara su oración este no volviera a preguntarle lago y se quedará callado (algo muy contradictorio tomando en cuenta que ella quería buscar un tema de conversación de la nada)Mmmm...... Si, Rudbekia es mi esposa haci que esta en mi obligación preocuparme por ella, si en algún momento se llegara a sentir mal en la fiesta de Freya, no dude en decírmelo a mi o a Elena, haci de inmediato la llevaré a la mansion para que descanse — Respondió Isuke mientras acercaba su mano a aquel mechón de cabello rebelde que se hallaba cerca de la oreja de Rudbekia, pero en lugar de emocionarla, le provocó amargos recuerdos sobre su horripilante hermano mayor y sus mismas acciones.
Mucho antes de que pudiera tocar a Ruby, el carruaje se detuvo anunciando su llegada, el cochero abrió la puerta y Isuke bajo de este, extendiendo su mano para que Ruby la tomará como un soporte para bajar y haci hizo, mientras bajaba le proporciono a su esposa una sonrisa que sonrojaria a cualquier hombre, cualquier hombre menos el.
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×El marido olvidado de la princesa×
FanfictionQuien diría que una simple fiesta de té terminaría siendo el reencuentro entre un par de ex-esposos, al menos ese era el caso de Isuke Van Omerta, quien se arrepentía de llevar a su esposa a la fiesta de su amiga más cercana Freya Van Furiana. Pens...