•|Capitulo 2|•

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Aquel día en el instituto todo iba "bien" según el peliverde.
El instituto estaba algo tranquilo, se le hacía raro el hecho de que su amigo no cojiera su libreta de apuntes e hiciera algo con ella, por ejemplo... Explotarla o tirarla por allí.

Incluso los típicos insultos habían desaparecido... Fueron reemplazados por preguntas.

"¿Estás bien?"

"¿Necesitas algo Deku?"

Incluso toda la clase era así con el. Nadie le daba bola a molestarle.
El sonrío de felicidad y alivio.
Tendría que aprovechar aquellos momentos al máximo, pero sin sacarle cosas y así a los demás, no, eso estaba muy mal.

/////✨/////

Llegó el más esperado.
Almuerzo, la típica hora del almuerzo para el curso del peliverde, cada quien sacó su bento y comían su preparativo.

El de orbes verdes también comía de su bento con tranquilidad, hasta que escucho una banca arrastrarse, seguido de ver cómo se colocaba delante de su mesilla.

Una figura familiar se tumbo en esa banca, tomando al parecer algún jugo o agua, no distinguió bien la etiqueta de aquello.

El pecoso abrió un poco mas los ojos por la sorpresa, levantó su mirada un poco mientras masticaba la  porción de arroz en su boca.
Se trataba del ojirojo, Kacchan.
A pesar de haberse tragado la comida, no hablo, no pregunto el porque se había acercado, el... Porque de todo eso, esa actitud por parte de todos los demás, quizá el sabía la respuesta.
Siguió con su deber, el alimentarse.

Durante un rato permaneció un silencio, ponia un poco de tensión en la zona, haciendo al ojiverde suspirar con pesadez, los nervios llegaron, con ello la dificultad para respirar pero por suerte era leve, podía respirar casi perfectamente.
Por otra parte, el rubio hablo.

¿Estás contento con esto?

El de grandes ojos no pudo evitar suspirar con una pequeña sonrisa formada, no dudo en expresarse.

Claro, ¿Por qué no lo estaría? Todos están tratándome bien... Aunque creo que solo están ignorando mi presencia, ¡es un cambio radical!

Dijo apretando un poco sus mano formadas en puños,  con esa sonrisa incrementada y un brillo en sus ojos, levantándose levemente en su banca.

Un gesto de asco se formó en la cara del ojirojo, haciendo que el peliverde borrará esa sonrisa de su rostro.
Había arruinado el momento, ¿no es así?

—No cantes victoria, esto no durará mucho idiota... Solo... —Bajo su tono de voz, hablando tranquilamente o... Eso intentaba— disfruta de esto

Seguido de aquello.
El cenizo se retiró de aquella banca, dejando al pecoso un tanto confundido.
¿A qué se refería?
"No durará mucho".

Los demás sabian algo que el llamado Izuku desconocía.

/////✨/////

Al terminar las clases, todos regresaron a sus respectivos hogares.
Cada uno acompañado con su amigo/vecino, a excepción de Katsuki e Izuku, a pesar de ser vecinos e ir acompañados casi todos los días.
Hoy no fue el caso, el cenizo se había adelantado desde hace unos minutos, pero se le hacía fácil caminar más rápido y llegar a su hogar antes que el peliverde.

El pecoso siguió caminando, pateando una que otra pequeña piedra, llevándola lo más lejos posible, no dejándola atrás como... Otra persona.
Si era una piedra, un recurso.
Algo no viviente, no se atrevía dejarle a un lado, no era tan cruel para aquello, sin embargo, su pequeño amigo tenía que quedarse atrás.

Izuku había llegado a casa.
Sería raro que tomara aquella roca y entrara al hogar con ella, notando la mirada confusa de su madre...





Izuku tomo la roca y entro a su casa con ella en mano, tenía una pequeña sonrisa formada en sus labios.

Jugueteaba un poco con la piedrita, le hacía varios cariños.
Prácticamente le trataba como quería ser tratado.
Entro a su habitación, y seguido al baño de la pieza, olvidó el quitarse la mochila de encima, debido a eso sentía un peso a cuestas.
Siguió con lo planeado.

Iba a darle una "ducha" a la roca, eso ya estaba mal.
Tratar a una cosa material así no era normal, pero el encantado.

/////✨/////

Horas después, sus labores habian sido saciados.
Tenía el resto del día libre, y apenas daban a las 3:30 p.m.

Se dirijio a su habitación con una pequeña sonrisa...
Fue, directamente a la roca a la que la había llamado Izuki.
Su nuevo mejor amigo.

No discutían, no se llevaban la contra, no había violencia fisica, compartían gustos.

"La relación perfecta"

Un llamado interrumpió la convivencia entre el peliverde y el objeto grisáceo.
No se trataba de nadie más que de Inko, la madre de Izuku.

/////✨/////

Pues, feliz día del San Valentín ^^
Les dejo esto que... Casi-
De hecho es muy curseado y le quita la seriedad  al relato, pero me vale madre, yo trato de seguir serio pero no puedo.
En fin, cuidense <3✨

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2022 ⏰

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Un Último Adiós || BakudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora