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Endgame

Las clases fueron miserables esa semana, incluso después de que la fanfarria de la toma de posesión del presidente se calmara. Haein estaba constantemente pendiente de Jennie en el campus. Revisó a todas las chicas pequeñas que pasaban pensando que podría ser ella. Ella se negó a responder sus mensajes de texto o llamadas telefónicas.

Jisoo no era mucho mejor. Podía sentir sus ojos mirándolo desde el otro lado de la habitación durante las conferencias del profesor Park. Cuando dio su análisis oral de un caso de asesinato sin resolver que estaban discutiendo ese día, Jisoo destrozó sus inexactitudes y frustró sus inferencias maliciosamente en la crítica.

"Muy bien, señorita Kim", dijo el profesor, con ambas manos levantadas como si estuviera exasperado. "Tal vez esta siendo un poco dura, pero si el Sr. Jung no puede sobrevivir a un golpe en su ego, entonces ciertamente no sobrevivirá en la Corte Suprema".

Después de la clase del viernes, Haein persiguió a Jisoo, quien se había ido tan pronto como el profesor los despidió. Luchó a través de una corriente de personas antes de finalmente alcanzarla. "Jisoo, espera. Necesito hablar contigo."

Jisoo caminó más rápido, manteniéndose fuera del alcance de Haein.

"Por favor, Jisoo, es importante. Se trata de Jennie." Estaban más allá de la multitud ahora. Haein se dio cuenta de que ya estaban en el estacionamiento, cerca del auto de Jisoo. "¡Jisoo, por favor!"

Jisoo se dio la vuelta, sus ojos marrones de cierva lo perforaron como dagas. "¿Qué? ¿Decidiste que ahora era un buen momento para seguir interrogándome sobre mis planes para follar y dejar a tu hermana? ¿Quizás pensaste que ahora que se supo la verdad, me sentiría lo suficientemente mal como para chupártela en el estacionamiento trasero? Ese es el tipo de cosas que hacen las putas como yo, ¿verdad?"

Sus palabras quemaron. Él la había objetivado de las peores maneras e insinuado cosas horribles, sin embargo, el primer pensamiento que apareció en la cabeza de Haein fue lo hermosa que se veía cuando estaba enojada, su nariz ligeramente ensanchada, los ojos brillantes de pasión. Lo empujó lejos. Jennie era su primera prioridad. Este... mirar a la novia de esta hermana pequeña fue exactamente lo que lo metió en problemas.

"¿Sabes cómo es Jennie?" preguntó en voz baja una vez que Jisoo terminó con su diatriba.

Jisoo se pasó los dedos por el cabello y la ira se disipó un poco. "No he hablado con Jennie desde el lunes. Ella no contesta mis llamadas o mis mensajes de texto. ¿Supongo que ella está haciendo lo mismo contigo?" Haein asintió. Jisoo suspiró con resignación. "Aunque ella está bien. Llamé a Lisa. Ella me regañó, pero pareció perdonarme al final. Dijo que Jennie está herida y confundida. Especialmente por ti. Ella confiaba en ti, Haein. Ella confiaba en mí." La última frase fue apenas audible.

Jisoo golpeó su auto con el puño en señal de frustración. Haein se sorprendió de que no se abollara.

"Mira, estoy a punto de llegar tarde al trabajo", dijo Jisoo. Abrió la puerta del coche. Haein se apartó del camino. Jisoo encendió el auto, arrancó y salió del estacionamiento.

Haein estaba agradecido de que ella no lo atropelló. Probablemente se lo merecía.

Esa noche, Haein condujo hasta el dormitorio de Jennie. Se puso la chaqueta de cuero. El aire comenzaba a enfriarse a medida que el sol se ocultaba detrás del edificio. Estaba a punto de subir corriendo las escaleras cuando vio a Jennie sentada en un banco en el claro para perros. Había estado allí desde que el edificio comenzó a permitir mascotas. El banco estaba de espaldas a él, por lo que Jennie también lo hizo. Se acercó y pudo ver a Kuma mordiendo un hueso junto a los árboles.

Jennie sacó su teléfono. Tenía la barbilla metida mientras murmuraba algo. Se acercó lo suficiente para sentarse en el banco. Llevaba una camiseta y se le puso la piel de gallina en los brazos. Jennie dejó de hablar y lo miró, con los labios entreabiertos y la mirada baja. "No. Haein está aquí", dijo al teléfono. La voz del otro lado habló, el zumbido amortiguado le sonó familiar a Haein. "Lo sé mamá. Te amo adios."