Cuando el silencio inunda todo mi cuarto o en cualquier rincón silencioso los recuerdos se hacen presente, como si estuviera reviviendo una y otra vez esos momentos que generalmente son tristes. Es muy masoquista ¿no? Podría pensar en cosas bonitas, flores, mariposas, en colores pasteles, en una isla con un vasto océano alrededor donde puedo estar sola, respirar soledad, vivir en soledad, aunque eso significa que no podría disfrutar de mi hermoso perro Cuqqui, que en estos momentos esta pasando su lengua por todo mi rostro alejando cualquier pensamiento que me hace soltar agua por mis ojos. Están difícil olvidar sobretodo los recuerdos que quedan gravados en la memoria.
Tomo a Cuqqui que esta parado con sus dos patas traseras sobre mi regazo, me río al verlo tan alegre y lo bajo para que valla con sus pequeñas patitas y espojonsa colita blanquita hacia otro lado de mi habitación, algo que hace inmediatamente llevándose consigo una vieja pantufla rosada que ahora esta toda mordida. Giro mi silla giratoria para verlo marchar y me muevo hacia el otro extremo del escritorio donde se encuentra otras de mis pantallas y tecleo algo en el computador para volver a moverme hacia el extremo inicial y teclear lo mismo. Listo.
Ahora solo toca esperar.
Miro mis tres pantallas satisfecha de mi logro después de trabajar meses en ello. Giro en mi silla abriendo los brazos y las piernas, luego me estiro un poco y hago tronar los dedos de mis manos para arrastrar mi silla hacia donde esta mi iPad, cuando la alcanzo me lanzo hacia la cama dejando que la silla choque con el ropero grande y blanco que ocupa toda una pared que se encutra alado de la puerta que esta casualmente se abre.
—Ginna? —dice la voz de mi madre al abrir.
—sii?
—llevas veitisiente horas en este cuarto y solo bajaste a desayunar y almorzar.
Miro a mi alrededor como si estuviera viendo mi cuarto por primera vez y me escojo de hombros alzando el iPad para encenderlo, pero este se me es arrebatado.
—Madre!!
Me quejo sentándome en la cama.
—Madre!! —ella me imita haciéndome reír—. Tenemos un hermoso jardín. Con flores y arboles grandes, donde las abejas y los pajaros le gustan posarse.
—Ya lo se. Puedo apreciar el hermoso jardin en estas hermosas y grandes ventanas que tu obligaste a colocar en toda la casa sobretodo en mi cuarto, para poder apreciar las hermosas abejas, y esos pajaros que posan para una foto tuya. —Digo mirando los ventanales que se encuentran en una de las esquinas de mi cuarto haciendo que pueda ver dos ángulo diferentes de la casa, al frente da hacia la calle y el lado que da hacia el enorme mural de enredadera que deja ver la casa de la vecina que es una pobre anciana que visitó algunas veces para comer ricas cosas dulces. Y mas tengo vista diagonal que me permite ver parte de la calle que se cruzan entre si.
Una señora cahuinera seria muy feliz al estar en este cuarto. Sin lugar a duda.
—¿hiciste tus maletas? No las veo aqui —pregunta analizando todo mi cuarto, pero centrándose en las pantallas que ahora tienen 56%— ¿que haces?
—Nada. Las maletas estan en mi closet.
—¿Que es Mission Elemetricsoul? —dice acercándose a mis consolas.
Me levanto inmediatamente para evitar que la mano de mi madre toque un boton que no deba.
—No toques nada. ahora se esta programando y no debe ser interrumpido —digo apresurada mirando la pantalla y luego a mi madre con una sonrisa forzada —Es solo un juego ¿no te acuerdas? Ese juego que yo te hable hace mucho tiempo pero olvidaste que te hable de el, por que no estarias preguntando "¿que es eso?" si te acordaras que te hable de ello.
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Go My Way
Teen FictionGo my way. Seguire mi camino, no soy como él. Sin pensar todo lo que Ginna temía empieza en un campamento conociendo su autodestrucción o su salvavidas