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— ¿Hay algún otro pendiente que tengamos?

— No Yoongi, hoy fue tu última junta del día y mañana solamente tienes la reunión con los representantes de Saint Laurent en Corea para decidir los últimos detalles sobre la campaña que quieren con Jimin.

— Perfecto. ¿Tienes trabajo que terminar?

— Solamente unos cuantos reportes que solicitan tus socios de bienes raíces y las ventas y acciones de la última campaña con Acronym.

— ¿Son demasiado importantes o urgentes? - preguntó el pelinegro entrando a su oficina por sus pertenencias y saco.

— Solamente la de Acronym, pues dentro de dos días es casi fin de mes así que las necesitan para ver si seguir con la misma idea unos meses más hasta una nueva idea o campaña.

— En ese caso, hazlo en tu casa. Ya sabes que a Taehyung no le gusta cuando llegas demasiado tarde a la casa por estar trabajando a altas horas de la noche.

Ella ríe un poco. — Lo sé, mucho menos ahora que a Lia le dado por explorar todos los rincones de la casa.

— Es verdad, ¿Qué tal vamos con eso?

— Un poco bien, ayer todos los papeles y lápices se fueron a estanterías mucho más altas y nuestros estudios están bajo llave. - se encoge de hombros. - ¿Por algo hay que empezar, no? - ambos ríen.

— Supongo que si, Jen. - sonríe mientras ambos salen y cierra su oficina con llave. - ¿Gustas que te de un aventón? - la bajita niega.

— No, no te preocupes. Nayeon también saldría a esta hora, así que puedo aprovechar para irme con ella.

Ambos se despiden y Yoongi emprende su camino hacia el ascensor. Una vez dentro, selecciona el botón del estacionamiento privado para de ahí subir a su auto Hyundai Genesis G90 con destino a su hogar.

Media hora después, se encontraba en el elevador de su edificio departamental situado en un barrio privado en el centro de Seúl. El pelinegro lo había comprado en su segundo aniversario y posteriormente se habían mudado oficialmente a este cuando decidieron unirse en matrimonio hace casi ya dos años.

Su relación se fortalecía con el pasar de los días, y que decir del amor, parecía que con cada segundo al lado del otro solamente hacia que se enamorarán más. Inclusive ya habían hablado del tema de formar una familia, pues a ambos - en especial Yoongi - les encantaba la idea de compartir su vida con una personita más.

Y al parecer esa idea no estaba tan lejos.

Metiendo la llave en la cerradura y abriéndola, su hogar lo recibió con el delicioso aroma de los panecillos que le hacia su mamá de joven cuando les alcanzaba el dinero. Automáticamente supo que esa noche era especial, pues Jimin siempre los horneaba cada que algo bueno para ellos pasaba.

Sin hacer tanto ruido, entró y cerró la puerta detrás suyo dejando sus cosas en el mueble de entrada y su saco en el perchero. Escuchó ruido en la cocina así que debió de imaginar que ahí se encontraba su esposo.

El hermoso, único e inigualable Min Jimin.

Ah... Jamás se cansaría de escuchar su apellido junto a su nombre. Una tarde en la que se la pasaban en su mundo, Yoongi lo llamo de esa manera cuando ambos compartían una agradable y tierna sesión de besos. Desde ahí, Jimin quiso ser llamado así por lo que le restaba de vida.

Con mucho cuidado se acercó y pudo divisar a su hermoso ángel lavando lo que había utilizado para cocinar. Lo miró de pies a cabeza y nunca podría entender o comprender cómo es que él había podido tener la suerte de tener a alguien como Jimin a su lado.

a little responsability [yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora