Una linda chica pelinegra se encontraba preparando la comida con una espléndida sonrisa, ya que la persona con la que vivía desde siempre estaba a punto de llegar de su trabajo.
Estaba colocando los platos en la mesa cuando escuchó el tintineo de las llaves al ser introducidas a la cerradura, siendo seguido de la puerta abrirse y cerrarse.
- Tsutako-nee-san - Fue lo que escucho la joven desde el comedor - Estoy en casa -
- Bienvenido Giyuu - Expresó la ojiazul con una sonrisa en cuanto el mencionado chico muy parecido a ella llegó al comedor - Llegas justo a tiempo, la comida estará lista en una media hora - Vio a su hermano dejar su pequeño maletín en la mesa - Si gustas ve a asearte por lo mientras ¿Sí? -
Con un asentamiento de cabeza Giyuu fue a hacer exactamente lo que su hermana le había dicho, volvió a tomar su maletín para después subir las escaleras e ir a su habitación.
En cuanto entro a su cuarto dejo su maletín cerca de su mesita de noche, suspiro de satisfacción en cuando se quitó su sudadera; después de buscar su ropa se metió a la ducha para que en menos de quince minutos saliera de esta con una toalla enredada en su cintura mientras que con otra trataba de secar su largo cabello oscuro.
Estaba por cambiarse cuando escuchó su móvil sonar, saco dicho aparato de su maletín y dibujar una ligera sonrisa al ver de quien se trataba.
- ¿Bueno? -
- ¡Hola Giyuu! - El ojiazul negó suavemente con su cabeza ante la efusividad de su prometida - No estas ocupado o algo ¿Verdad? -
- Por supuesto que no Kag, además, aunque lo estuviera siempre tendré tiempo para contestar tu llamada -
- Eres un amor ¿Lo sabias? -
- No, pero es una fortuna tenerte a ti para recordármelo - Escuchó a la chica reír del otro lado del teléfono - ¿Cómo has estado? -
- Un poco cansada, la entrenadora me trae de un lado para otro - Esta soltó un pequeño suspiro - A veces siento que me odia -
- No exageres cariño, ella solo quiere que tú puedas sacar a relucir todo tu potencial - Respondió mientras tomaba asiento en su cama.
- Solo la defiendes porque son del mismo ramo - Sonrió al escuchar a su prometido soltar una sutil risa.
- Para nada, yo mismo soy testigo de lo excelente que eres -
- Ahora el que exagera eres tú Giyuu, aun me falta mucho para estar al nivel de Tama-san -
- Vamos cielo, eres la mejor de su equipo, de lo contrario no te habría elegido para las Estatales -
- Si sigues diciendo esas cosas, voy a terminar creyéndomelas - Expresó de manera juguetona.
- Pues créetelas mi amor, y me tendrás a tu lado para recordártelo a cada minuto del día -
- La verdad no sé qué haría sin ti, te amo mucho Giyuu -
- Yo también Kag, yo también - Respondió con mucho cariño - Por cierto ¿Cuándo regresas? - Se preocupó un poco al no escuchar a su chica, separó su móvil de su oreja para comprobar que no hubiera cortado la llamada por error - ¿Kagome? ¿Estás ahí? -
- Sí cielo, estoy aquí - El pelinegro soltó un suspiro de alivio - Perdón por preocuparte - Hubo otro momento de silencio - Amor, tengo algo que decirte -
Giyuu sintió como cada parte de su cuerpo se tensaba involuntariamente ante aquellas palabras, sabía que lo que Kagome le diría sería algo que en absoluto le agradaría, menos en el tono serio en el que fueron pronunciadas.
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EL MEJOR REGALO DE TODOS (GIYUUKAG)
FanfictionDISCLAIMER: Ni "KIMETSU NO YAIBA", ni "INUYASHA" me pertenecen, todos los personajes son propiedad de sus creadores, KOYOHARU GOTŌGE y RUMIKO TAKAHASHI respectivamente. Yo solo los utilizo sin ánimo de lucro, yo solo los tomo prestados para entreten...