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confesión de primavera
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Maglor no podía estar más nervioso, había planeado aquel día durante semanas y cuando finalmente llegaba, simplemente no podía controlar el palpitar desenfrenado de su corazón.
Días de desvelo despierto hasta que llegaba finalmente la luz del sol asomándose por la ventana, le era imposible pensar en otra cosa, nada podía detener aquellos pensamientos que tanto le abrumaban y a la vez le provocaban cierta emoción en su ser.
La ilusión de amar ser amado era lo que lo hacía comportarse de esa manera, mas aguardando cierto temor en su interior, le era imposible evitar sentir mariposas en el estómago cada vez que estaba a su lado, sentir que se desconectaba de mundo y solo existían ellos dos, si, a pesar de lo cursi que llegaba a sonar era como se sentía.
¿Amar a su mejor amigo era correcto?, ¿Soñar con un futuro donde estuviera él era correcto? ¿Porque era tan difícil verlo a los ojos y decir todo aquello que oprimía con fuerza su corazón? Siempre fue bueno para mentir, engañando y haciendo creer cosas erróneas a los demás, estafando, eran sus puntos fuertes y no había manera de negarlo, pero...todo se iba al carajo cuando se trataba de él, por más loco que estaba el tipo, parecía que notaba que mentía, que había algo más que no decía, talvez, estaba subestimando demasiado a Marx.
Si tan solo pudiese ver su sonrisa un día sin desear verla todo el jodido tiempo, el amor era una emoción tan nueva y frustrante para él, jamás en su vida la había sentido y sin embargo se estaba comportando como un joven enamoradizo, lo delataban sus mejillas enrojecidas y sus ojos brillantes como el mar al atardecer, ah, y ni hablar de su nerviosismo casi imposible de ocultar, el amor le había pegado fuerte.
Había perdido la cuenta de cuantas hojas de papel arrugadas y hechas bolita yacían en su bote de basura debido a que en ninguna de ellas había podido expresar los sentimientos que quería transmitir, no quería ser tan brusco para decir las cosas, pero... ¿Qué otra opción tenia?
"Me gustas"
"Te amo"
"Quiero estar a tu lado"
Ninguna de esas palabras era cosa fácil, y mucho menos con él, le aterraba cuál sería su reacción, le asustaba ser rechazado, no podía describir el dolor y opresión en su pecho que sentía al solo pensar en ello, pensaba que lo mandaría al demonio en cuanto supiera sus sentimientos y valla que era horrible el solo imaginarlo.
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Pero volviendo a lo que pasaba en ese momento ¿Era normal pensar que ese atardecer parecía mucho más soleado y brillante de lo normal? No había vuelta atrás, ese día era el indicado, ese, en el que toda la gente estaba de fiesta celebrando el ya conocido festival de primavera, era perfecto, no por nada había esperado tanto tiempo.
Incluso había decidido usar una Yucata azul marino para la ocasión, sería algo vergonzoso ir por allí mostrando su cara y como nunca lo había hecho, más sentía que valdría la pena, quería verse bien para la ocasión, quería verse bien para él. Se miró al espejo con nerviosismo, incluso había puesto un poco de maquillaje en su rostro, un ligero brillo en sus labios.
Valla, ahora que lo pensaba mejor podría jurar que parecía más una chica, dio un suspiro mirando sus mejillas sonrojarse en ligero tono carmesí al verse por última vez, si aquella reaccion le pasaba solo cuando pensaba en el.
