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reminder: todo lo acontecido en este os es mera ficción, recuerden que el uso de protección a la hora de tener relaciones sexuales es importante, cuídense mis renacuajos <3

***

Si mi yo de niña viera esto estaría muy decepcionada. Culpo al cine y a las películas de Disney por crearme falsas expectativas de la vida adulta. En las películas la universidad era al menos un poco divertida y ahora apenas puedo pagar mi carrera, todos tenían autos y casas de lujo, sus madres les preparaban montañas de desayuno y los imbéciles nunca se lo comían. En lo único en lo que nos parecemos yo y las películas de Disney es que por alguna razón siempre había un huérfano en las películas, y bueno ese soy yo aunque ni literalmente. No es como que mi madre haya sido asesinada y yo sea Bambi o algo así, más bien me pega en el ego que vean el tipo de vida que llevo ahora, así que no se ellos desde hace bastante tiempo. Antes yo soñaba con ser esa hija millonaria con marido millonario y ahora yo soy la que trabaja para ellos.

Pero no todo es tan malo como parece. Trabajo para una familia exageradamente adinerada, los Jaeger, la verdad es que nadie se explica su repentina riqueza pero nadie se atreve a preguntar, se todas maneras no importa porque en una semana me pagan lo que ganaba en un mes en la antigua librería que trabaja, aunque mentiría si dijera que no me he imagino que es lo que se traen entre manos, quien sabe, negocios turbios con narcotráfico o esas mierdas como en las películas o un pacto con el diablo, suena ridículo lo sé, pero quien sabe, hay mucho loco por el mundo.

Mis jefes son Grisha y Carla Jaeger, en lo personal, Carla me asusta un poco, claramente es quién tiene las riendas de la relación, es una mujer con carácter fuerte y demandante, lo que ella pide se hace, al contrario de Grisha quien es más dócil y trata de resolver todo con la charla al igual que su hijo mayor, Zeke. En realidad no he intercambiado muchas palabras con él porque casi nunca está en casa mientras yo trabajo, es un hombre de negocios al igual que su padre, con su barba y trajes caros impone respeto incluso sin querer, y al contrario del mayor, está Eren, tiene un carácter parecido a su madre solo que sumándole un par de hormonas adolescentes y un poco de sarcasmo, tiene mi misma edad pero no parecer ir a ninguna universidad, yo con la millonaria vida que se trae tampoco iría a una en realidad. Parecer ser la oveja negra de la familia y no está interesado en las mismas cosas, algunas veces luego de tenerlo todo solo buscas nadar contra la corriente. Eren me agrada, sin embargo al igual que su madre me intimida un poco, a veces no sé si me está coqueteando o si esa es su forma de ser. Hemos cruzado un par de palabras y siempre está ahí tocándome las narices.

— Cariño, apresúrate vamos a llegar tarde.— dijo la mujer escaleras arriba mientras se ponía un par de aretes.— t/n preciosa, buenos días.—

— Buenos días señora Jaeger, ¿Qué tal su noche?—

— Espléndida, fue como dormir recostada en las nubes, ¿Qué hay de ti? luces cansada.—

— Un poco agotadora.— dije mientras servía agua caliente a una pequeña taza de porcelana y se la entregaba a la mujer.

— Ay cariño, ¿Y eso por qué?— cuestionó con tono preocupado levantando la taza de café hasta sus labios y dando un pequeño sorbo.

– Bueno, estoy haciendo un informe para la universidad y se me está complicado un poco.—

— Ya veo, ¿Estudias finanzas verdad?— asentí.— Maravilloso, en ese caso tal vez Zeke tenga un par de libros que te ayuden, puedes ir a su habitación y buscar alguno.—

Luxury || Eren Jaeger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora