Único

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Eran amigos.

Aunque los amigos no se besaban, los amigos no se masturbaban pensando en el otro, los amigos no se deseaban.

Los amigos simplemente no hacían lo que ellos hacían, ni se sentían como ellos se sentían.

Había límites que los amigos no podían cruzar. Desear ser follado hasta el cansancio, era uno de ellos.

Pero la tensión sexual entre ellos parecía aumentar día tras día. Los roces inintencionales quemaban en la piel del otro. Los sueños húmedos se hacían más intensos y vivídos. Toda la situación parecía querer escapar de sus manos, deslizarse entre ellas como la arena seca del desierto, quemando en el acto.

Y todo parecía indicar que la única manera de calmar a sus acalorados cuerpos, era rendirse ante sus más primitivos deseos carnales.

Aunque había algo que los detenía, quizás eran ellos mismos, intentando mantener intacta su amistad, y no tornas las cosas extrañas e incómodas entre ambos. Pero estas mismas, estaban llevando a la destrucción una bonita amistad.

Pero mantener las manos fuera del cuerpo del otros era casi imposible.

Se deseaban con ímpetu. Sus cuerpos se necesitaban, se llamaban involuntariamente, y caer en la tentación era más fácil que seguir torturándose de esa manera entre ellos.

"Porque la carne es débil" solían decir por ahí.

Y TaeIl lo sabía, estaba consciente de ello. De que no importaba cuánto intentaran evitarlo, tarde o temprano lo harían, follarían, y quizás su relación se volvería tensa e incómoda, llevándola hasta el punto de ruptura.

Pero eso ya no le importaba, y aunque tenía miedo, porque no quería cometer una locura estando inducido por la excitación y tornar las cosas incómodas entre ambos, la tensión en sus cuerpos era cada vez más difícil de ignorar, la cercanía los hacía reaccionar en contra de su voluntad, y el deseo en aumento era difícil de negar.

Así que estaba decidido a cambiar las cosas esa noche, poner el tema sobre la mesa, y hablarlo con Johnny, aunque eso les costara su amistad.

Necesitaba sacarse de encima la culpa que lo carcomía cada vez que pensaba en su amigo de forma que las personas llamarían vulgares, necesitaba dejar de sentir que se ahogaba en necesidad cada vez que Johnny lo tocaba, o le hablaba, o hacía cualquier cosa con su persona presente.

Y estaba cansado de sentir que jugaba a las escondidas. Se sentía como un puberto escondiéndose del otro, escapando de lo que sentía, ocultándole lo que sentía.

Y así, se sentía como si fuera un niño que experimenta su primer enamoramiento, y en vez de decírselo a esta persona, le enviaba cartas declarando su entusiasta amor, pero corría a esconderse para que no pudiera verlo, negaba todo y luego fingía que nada había pasado.

Él se sentía de esa manera con Johnny. Escapando siempre como si fuera un niño cobarde, y no el adulto que era.

Pero eso terminaría esa noche.

Mientras caminaba por las calles frías y tenuemente iluminadas por el alumbrado público en dirección a la casa de su amigo, muchos recuerdos de ambos juntos llegaron a su cabeza; esa noche de bolos donde John lo había besado por primera vez, ellos acostados en la cama de su amigo mientras este estaba borracho y lo abrazaba fuertemente, John fingiendo ser su novio para alejar a un tipo que lo estaba molestando...

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando, tratando de salir de su trance, miró dónde se encontraba, y para su sorpresa, estaba a mitad de calle para llegar donde John vivía.

friends don't fuck | JohnIl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora