Romina Arellano — Años atrás
Llegamos a uno de los tantos hoteles que eran de el cartel donde hacían lavado de dinero. me sentía nerviosa y él lo noto me brindó una media sonrisa, trate de calmarme respirando profundo. Pasamos directo ala habitación. se sabía quien era el dueño de el hotel y los trabajadores no lo molestaban.
Llegamos hasta la suite al entrar todo estaba en oscuridad solo la luz de la noche entraba por una ventana, Iván me tomó de la cintura entrelazando sus manos por mi vientre, dejaba leves besos en mi cuello.
Me estremecí al sentir sus manos entrar por abajo de mi vestido hasta llegar a mis glúteos.
— ¿Estas segura? — preguntó con su voz agitada, asentí dándome la vuelta para besarlo en los labios el beso se volvió feroz se aferró a mi cadera profundizando más el beso. — Voy hacer de esta noche la mejor de tu vida.
De un pequeño brinco enrollé mis piernas en su cadera, solté un gemido al sentir nuestras intimidades chocar por la delgada tela de mis bragas. Camino conmigo hasta tumbarme en la cama, se posicionó en medio de mis piernas sin dejar de besarme.
Nuestros ojos conectaron sentía una electricidad recoger todo mi cuerpo, nos fuimos despojando de nuestra ropa quedando desnudos, de el cajón de alado saco un condón poniéndoselo.
— Te va doler pero después te gustará, lo are lento — asentí sintiendo mis mejillas encendidas, entrelazó nuestras manos por arriba de mi cabeza.
Se volvió a posicionar en medio de mis piernas, sentía su miembro rozar con mi intimidad un pequeño gruñido salió de su boca haciendo que mis pezones se endurecieran, de una estocada entró todo su miembro en mi, sentía su pesada respiración en mi cuello.
— Ahh... no sabes las ga..- nas que tenia de estar entre tus piern.. asss — dijo entrando una vez más, empujaba mi cadera hacia él entrando más a fondo.
me aferré a su espalda encajando mis uñas en ella, me embistió haciendo que mi espalda se arqueara, mis senos pegaban con su pecho, Sentía el extasis en cada embestida que daba, nuestras pieles chocando era lo único que se escuchaba en esa habitación. Su respiración estaba acelerada, se aferraba a mis caderas entrando una y otra vez sin parar
⌘⌘⌘
Salimos hasta llegar a las caballerizas donde estaban los caballos ya ensillados, Iván se quito su sombrero para después ponérmelo, sonrió dejando un beso corto en mis labios.— ¿Estas seguro?, Es tu favorito — el solo asintió subiéndose a su caballo.
— Te vez mucho mejor tu con el — dijo subiéndose al frisón negro que le regalo su papa cuando cumplió la mayoría de edad.
Emprendimos paso a donde me quería llevar desde que llegamos a su rancho, no habíamos podido ir antes su padre le estaba enseñando todo de el negocio el seria el heredero. Se daba sus escapadas para poder pasar tiempo juntos.
— ¿En que piensas? — pregunte cuando lo veía distraído, se tenso dándome una mirada rápida.
— Cosas de el negocio, ya sabes — el silencio se hizo presente, era un silencio cómodo. dejé pasar lo antes sucedido disfrutando de el momento mientras podíamos.
— Este será nuestro lugar especial — mencionó con una sonrisa en su rostro después de llegar a el lugar, era una hermosa cascada con agua completamente cristalina.
Me ayudo a bajar de el caballo al bajar dejé un beso en su mejilla dejándole un poco de mi labial rojo en su cachete. Tomó mi mano dejando leves caricias en mi palma.
— Se que es algo insignificante...
— Me encanta — deje un corto beso en sus labios.
"En que momento tus caricias se convirtieron en huellas"
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¡Volví! Esta cabron deshacerse de mi. Después de tomarme un descanso decidí volver a escribir, no prometo no Borrarla pero pues x somos chavos.
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Destruidos | Iván Guzmán | Terminada
Historia Corta𝐃 | Estábamos destruidos como para recomponer lo que estaba roto y simplemente no tenía arreglo. •Prohibido su copia u/o adaptación de esta obra •Todo es ficción