A pesar de la Indiferencia

Tener//

Mis primeros días de vacaciones, ese viaje en autobús, yo sola, con mi música, mi móvil, y sus mensajes.
De camino a un destino donde notaría su ausencia, incluso sin llegar.
Esas nubes eran preciosas, ese día entero era precioso, o eso me parecía a mí.
Estaba deseando llegar al lugar, donde mi compañera, me recogería.
Pasaríamos un día para nosotras, o eso pensaba yo. Pasamos un día para ella.

1//Ella era muy diferente a mí, mucho más social, y mucho más ligona. Demasiado, esos chicos nos tomaban como unas PUTAS.
No podía evitar sentir incomodidad, con aquellos comentarios, ellos deseaban poder jugar con nosotras.
Inocentemente acudes allí por conocer gente, nos ofrecieron una casa, comida y todo lo que necesitaramos, pero había algo en ellos que no me gustaba, y no me gustaría nunca.
Solo podía desvanecerme de aquella situación que podía con mi ansiedad, con sus mensajes.
Esos mensajes que me hacía sentir viva. Sus palabras me enamoraban atontadamente y no me daba cuenta.
Pero era real, siempre fue real.
Recuerdo aquella tarde, la última que pase en esa casa.
Levante mi mirada de mi pantalla encendida, y observé, me di cuenta que no era el sitio en el que quería estar realmente.

2// Para poder seguir con la historia, tendría que contaros un poco más de mi.
En los últimos meses, tuve dos mudanzas, dos cambios, dos adaptaciones, un poco duro para una niña de tan solo 17 años por ese entonces.
Tuve varios accidentes, el primero de ellos supongo que ha sido el que me dejo marcada, gracias a ese recuerdo borroso y oscurecido, mi confianza se desvaneció.
Una fiesta de verano como otra, o eso pensaba esa niña que llego a las 7 de la mañana sin recordar absolutamente nada de la noche anterior y sin sus propiedades.
Quedando detrás de mi un rastro de sensaciones que ni yo misma pude entender, sigo sin entender.
Poco después, un accidente a las 3 de la mañana en moto, pura jilipollez.
Como dige al principio, "no se puede encajar en un sitio al que no perteneces".
Una cicatriz de pierna entera, me recuerda esa noche como si fuera ayer mismo.
Nuevas sensaciones.
Ese verano quedara plasmado en mi memoria, alomejor no conscientemente, pero si en el fondo. Quedándose en el mar de los pensamientos olvidados. O eso nos creemos.
Nuestros pensamientos mas internos se plasman en nuestro exterior, aveces destruyendo cada pedazo de trozo de felicidad que obtengas.

3// Mis pensamientos vuelven a el.
Como dije antes, NAVIDADES, no me gustan, para nada, las odio, cada año es una lucha constante ,una época de emociones y cambios no deseados.
Mi madre recién empieza con Don Cesar, un señor muy diferente a mi familia, diferentes gustos, diferentes constumbres, diferentes pensamientos...
Adaptarme a él, creo que era uno de los retos que tendría que superar este año, simplemente no me apetecía nada compartir a mi madre.
Las cenas fueron sinceramente muy extrañas, recuerdo dos comentarios feos que nos hicimos, pero seguimos intentando dar lo mejor de nosotros para que saliera bien.
Cuando compartía este tema con él, me hacía entender la situación que estaría pasando también nuestro amigo Don Cesar.
Lo dejaba pasar y le desee lo mejor para mi madre.
Simplemente me aleje, como de costumbre.
A estas alturas del presente, este señor desapareció de la vida mi madre, rompiéndole el corazón de la peor manera que se le puede romper a una persona.
Eso nos unió.
Nos enseño a comunicarnos, y nos hizo crecer.

4// Desearía con todas mis fuerzas decir que mis problemas no terminaron ahí, simplemente era la punta de un enorme iceberg que undiría mi barco de ilusiones con una herida del pasado, y una herida echa en ese mismo momento. 9:48 de la mañana, recibí mensajes de instagram, pidiendo que llamara urgentemente.
"El abuelo a fallecido", la segunda vez que escuchaba esa frase, en el mismo mes, diferente día, y diferente año.
Pero con algo en común, mi cumpleaños.
Marcado quedará toda mi esperada vida.
De nuevo él estuvo a mi lado, sinceramente, el me hacía evadirme de todo esto, y sentirme un poco viva dentro de lo muerta que me sentía.
Adoro su esfuerzo, nose como pudo, por que pudo cuando yo ni podía, y no se lo merecía, él no, él se merece todo lo más bonito que puede existir.
Como esos atardeceres que me gusta fotografiar, como esa luna llena que nos quedamos viendo los dos su reflejo en el mar.
El mar de nuestras ilusiones, con unos movimientos que arrastraban unos y ponían otros. Todo cambiaba.
Lo tenía a él, eso me bastaba. Era feliz en mi pequeña historia que me contaba en mi cabeza queriendo hacerme creer que sería, quien sacaría a la princesa de la torre.