Una segunda oportunidad

El héroe de las explociones

Bakugo había despertado y se sentía bastante calmado... su celo parecía  haber pasado y por fin podía descansaría , parecía como si se hubiera quitado un peso de encima

Pero al despertar estaba al lado de Izuku acurrucado y este parecía bastante cómodo con la idea

-¡que démonos!-

- quieres callarte son las 6 de la mañana...- Izuku aún seguía dormido y no le importaban las cosas relacionadas con la casta, una de ella era las cosas que se hacían después del celo de un omega, ochako siempre salía a pasar su celo "a solas"

Izuku no tuvo problemas en tomar a bakugo y acomodarlo para poder dormir mejor

- duérmete otro rato y luego podemos pelar, pesas demasiado y no pude dormir bien-

Bakugo se sentía ofendió, había trabajado su cuerpo bastantes años para tener una complexión musculosa algo muy difícil para un omega

- ¡yo no estoy gordo!-

- yo jamás dije eso, duérmete y ya-

Ahora que lo analizaba izuku y él estaban en el sofá, Solo soltó un gruñido, por alguna razón obedecería la petición de Izuku

- Gracias-

De nuevo las horas pasaron una alarma sonó, Izuku siempre ponía esa alarma para indicar que le quedaba media hora para alistarse antes de trabajar

- bakugo levántate-

- no ahora soy yo el que quiere dormir así que quédate quieto-

- vamos bakugo son las 9 de la mañana-

- me importa una mierda que los idiotas se hagan cargo de la agencia, ya están grandes-

Un aroma muy dulce pero con un pequeña pizca de picante inundó a bakugo, un aroma que jamás había percibido de Izuku, pero que era muy familiar 

-por cierto apestas-

-¡ah, yo no apesto!-

- pues apestas así que quédate quieto y duérmete malditasea-

- ¡tengo que trabajar!-

-¡cállate y duérmete!-

Izuku sintió algo extraño... una sensación que solo había experimento de pequeño, cuando su madre le pedía que se quedara quieto o alguna orden donde izuku se negaba

-bien llamaré a mei dire que tengo que cuidar a un omega gordo-

Un golpe le sacó el aire

-¡cállate apestoso!-

- es mejor que ser un gordo-

Bakugo había mordido a izuku

-ah!, que dominós-

- duérmete y cállate apestoso-

De nuevo las horas pasaron, hasta que ambos comenzaron a sentir hambre, ninguno se percató del comportamiento que habían tenido, parecía que ambos se llevaban bien por fin...

- prepararé algo de comer-

- creo que aún queda comida en el refrigerador-

- estás loco si crees que comeré cualquier cosa-

- no sabía que el gordo estaba a dieta-

- y si mejor te bañas policia apestoso-

- gordo-