—Mmmh no señorita.. que intenta hacerme..—la pequeña voz de un niño de 8 años hablo de forma tierna
Un niño peliverde con 4 pecas en forma de rombo estaba despertando, su carita era como la de un pequeño angel el cual rodaba en su cama con temática de un rubio con una reluciente sonrisa
Era un nuevo día en la ciudad de musutafu, lugar donde los crímenes de Japón son muy escasos todo gracias a los héroes profecionales, como si fueran sacados de un comic
Habían unos cuantos posters de diferentes héroes profesionales y uno que otro dibujado a mano por el pequeño pero eso sí, los dibujos eran de gran calidad tanto que hasta parecían ser hechos por un profesional... Cada uno de los dibujos tenía su nombre escrito, Izuku Midoriya
—Mmmh ¿ya es de dia?—el pequeño brócoli se levantó con sus cabellos alborotados
Se puso de pie en su cama y se estiró como si fuera un felino mientras dejaba salir un bostezo adorable, observo su habitación llena de dibujos y pósters de héroes con una sonrisa
—Hoy es un buen día, el sol está muy brillante—Izuku se bajo con cuidado para ponerse unas pantuflas de dinosaurio—¡Hoy puedo dibujar algo del exterior!—
El pequeño Midoriya corrio hacia su baño para lavarse sus dientes y dándoce una ducha caliente para quitar el sueño... aún que no fuese tan necesario por lo imperactivo que era el pequeño
Pasado los minutos el pequeño joven salio de su baño con un dulce olor a canela, sus rizos verdes sólo lo hacían más adorable de lo que ya era
—¡Estoy listo!—
Tenía un suéter holgado junto con una corbata amarilla y un chort pequeño, en su rodilla izquierda habia una curita, traía unas zapatillas rojas de buena calidad
—¿Mmmh donde los puse?—Izuku giraba su cabeza buscando algo en particular—Jure haberlos puesto por aqui, rayos...—
El pequeño observo de reojo en una pequeña estantería de figuras coleccionables... el niño sonrio al observar unos grandes audifonos azules, un regalo que fue dado por su abuela que cuidaba ahora desde el más allá
—¡Te encontré!—corrio y dio un salto para cojer los audifonos azules
El adoraba la música, como la música clásica de america... amaba las románticas, después de todo su difunta abuela le enseñó la magia de la musica cuando ella cuidaba de el
Izuku sonrió para cojer una pequeña mochila donde tenia su mp3, conecto los audifonos y puso la música al azar en lo más bajo posible..
—¡Bien, hoy iré al pequeño bosque!—Izuku era muy imperactivo a pesar de que el mundo le dio la espalda al ser un niño sin don—¡y dibujare algo lindo!—
Sin más que decir bajo de su habitación para correr por las escaleras hasta caer al suelo sentado al haber tropezado, pero esto sólo lo tomo con una sonrisa.. era una gran casa, se notaba que tenían dinero
—¡Oka-san, Oto-san!—el peliverde voló hacia la cocina para encontrarse con sus padres
Una delgada peliverde de cabello verde cocinaba el desayuno mientras un hombre robusto y peliblanco veia el periódico con una mirada penetrante, era algo sobre el nuevo símbolo de la paz pero que cambio al ver a su hijo...
—Buenos días campeón—Hisashi Midoriya dejo de leer su periódico para observar a su hijo revolviendo sus rizos
—Te ves muy emocionado hoy cielo—Inko Midoriya dejo sus deberes y se acerco para levantar a su hijo—Cada día eres más grande—