Jardín de Cráneos (En Proceso)

Capitulo 1

Una pequeña ventana en la penumbra de una fría celda.

Una pequeña ventana con cinco barrotes que permite ver la zona este de la isla es todo lo que Richard Wayne puede vislumbrar desde hace nueve meses.

Richard Wayne es un hombre de cuarenta y cinco años, de aspecto fuerte y pulcro. Tiene una inteligencia y determinación capaz de dejar a cualquier ser humano estupefacto con tan solo cruzar unas palabras con él. Sus ojos son de un azul indigo tan profundo como los misterios que su mente encierra. Su rostro agraciado, extrañamente contrasta con su oscura personalidad, pues parece tallado en mármol, tiene facciones delicadas y angulosas, propias de la mejor escultura de Miguel Ángel. Al estar en su presencia cualquiera puede experimentar una corriente eléctrica capaz de helar hasta el aliento, posiblemente provocada por el miedo que este enigmático sujeto incita.

Desde el día de su condena, Richard pasa día tras día en aquella pequeña y solitaria porción del planeta. Solo le conceden media hora diaria de actividades al aire libre sin interactuar con los demás reclusos.

"Representa un grave peligro para los demás internos" - Dijeron desde la dirección del establecimiento luego de que, durante la primer noche de encierro en la Prisión de Rikers Island, Richard asesinara a su compañero de celda con sus propias manos sin causar el más mínimo sonido. Al día siguiente los guardias encontraron el cuerpo inerte de Braian O' Connor tapado con una frazada hasta la coronilla. Su frío cuerpo yacía sobre el colchón, en medio de un charco de sangre, sin ojos ni lengua y una gran mordida a la altura de la yugular.

Desde hace nueve meses Richar Wayne piensa en un nombre desde que se despierta por las mañanas hasta que lo vence el sueño al anochecer. Es el nombre de la culpable de su encierro: Samantha Seyfried.

Piensa en ese nombre con la certeza de que la volverá a encontrar fuera de ese lugar y está seguro de que esta vez la suerte estará a su favor...