ILUSIÓN PERDIDA ✔[#1]

| O C H O ~

L A    P R O M E S A
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28 de Octubre de 2021
|Boca del Monte - Las minas.
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La felicidad no se puede medir, ni siquiera contar. Cuando se trata de Dios es simplemente inexplicable.

Yo en lo particular me enfoco en el momento, en lo que va a ocurrir. Como hoy.

Tendremos una vigilia en las minas de lobatera, donde vive nuestros amados apóstoles, y sus hijos. Entre ellos: Milena.

Ella ha sido como una mamá para mí. Mejor amiga, hermana, prima...; y hasta me veía reflejada yo misma en ella cuando tenga 38 años.

Milena siempre dice que nosotras dos parecemos gemelas, y si hubo otra vida quizá lo fuimos.
Es que tenemos muchísimas cosas en común.

Ambas amamos la música, y todo va dirigido al canto. Ella tiene una dulce voz (a diferencia de mi, ya que la tengo más potente). Su único problema son los tiempos y ritmica; ha sido un dilema a lo largo del tiempo.

Pero su corazón está repleto de amor por Dios. Por lo que hace, y desea también que los demás adoradores sientan aquello que ella también siente.

Recuerdo una vez que hablábamos...

- Tiendo a tener problemas con los muchachos porque a veces pareciera que nos le gustara lo que hacen.

- ¿Verdad que sí? Lo mismo me pasa con los músicos de acá. Uy, Dios. A veces me provoca agarrarlos de la cabeza...- nos reíamos - pero hay que tener paciencia mi niña, es algo que Dios irá trabajando poco a poco.

Milena y yo no teníamos paciencia. Y cuando ella se perdía en una canción me tocaba morderme la lengua para no decir nada.
Pero, a la vista de que yo les estaba ayudando en la parte musical, debía corregir.

Y no lo tomaban a mal.

- Milena, ¿Usted se molesta cuando le corrijo?

Se rió- no, tranquila mi niña. Lo que pasa es que uys... paciencia.

Paciencia era lo que menos teníamos, pero lo que más necesitábamos.

Estaba un poco nerviosa. Miembros de la congregación de Michelena iban a estar presentes; como los de la casa y Borotá.

Una sonrisa boba apareció en mis labios y pude sentír mis mejillas arder de la pena (como si alguien me estuviese viendo). Negué en forma divertida y seguí metiendo algunas cosas en mi bolso, para la vigilia y para el Instituto bíblico.

Tendríamos clases al día siguiente. Ojala podamos descansar un rato mi prima y yo, porque si no vamos a parecer unas zombies en plena clase.

Recordé que Alan iba a estar con nosotros, sobre todo en el altar.
Aún no me lo podía creer, estaba más que feliz por ello.

Me gustaba que Alan fuera a tocar, aparte volvería a estar en Boca del Monte, él extrañaba el lugar. Podíamos compartir un poco más aparte de todo, esperaba tomarme muchas fotos con él.

Pero no todo era bueno, sentía un poco de tristeza a la vez.

El día anterior habíamos estado ensayando, y Alan tenía cierto tiempo sin tocar la guitarra eléctrica. Tomando en cuenta que ese no era el instrumento que ejercía, sino el bajo. Pero no tenemos.