Jennie Kim una joven evangelista de bajos recursos.
Lisa Manoban una chica rebelde y adinerada con un secreto entre sus piernas muy bien conocido.
Ambas sienten un fuerte amor que las lleva a luchar contra las diferentes clases sociales, los prejuic...
Al siguiente día antes de las 4:00 am estaba despierta no podía dormir. Jennie estaba pacíficamente dormida en la cama, solo despertaba cada que Liam lloraba. Las 9:00 am era su cita en la clínica para la primera dosis y estaba más que nerviosa y sé que ella también aunque lo disimulaba más. Mia y Liam se quedaron con mi madre. Era bastante privado a decir verdad. Al entrar llenamos unos documentos y una lista de los posibles efectos secundarios. La condujeron a una de las sillas reclinables y le comenzaron a dar algunas explicaciones. Le pusieron la vía y comenzaron a administrarle el fármaco.
- Espero que trajeras algo más para entretenerte, son dos horas aquí cariño- le dijo la enfermera, yo solo leía el papel con las indicaciones-
- Amor... ahora debes evitar las infecciones y nada de frío ni nada de eso-
- Cariño está por comenzar primavera no hará frío-
- Igual te cuidaré.
- Lili- me dijo después de una hora-
- Dime- contesté mientras seguía aún inspeccionando aquel papel, lo leía una y otra vez-
- Tengo algo de hambre-
- Quieres algo en especial amor-
- No, solo quiero algo-
- Bien iré a la cafetería- me incliné y besé sus labios, cuando regresé escuche su risa y vi a Rosé con ella riendo-
- Lisa hasta que llegas ¿Cómo la dejas aquí sola? te la van a robar-
- Ya quiero ver quien lo intenta- dije en broma mientras me acercaba a Jennie- te traje un té de menta y unas tostadas-
- Gracias eres la mejor amor- me dijo tomando de su té- Rosé vino a verme un rato y a contarme una noticia-
- Y a mí no desde cuando me cambiaste yo era tu mejor amiga-
- Pensé encontrarlas a las dos acá-
- Anda dime- exigí-
- Mira- y me mostró su mano izquierda-
- No puede ser ¿te lo propuso? - pregunté al ver el impresionante anillo- pensé que no tenía los c...-
- Lisa- me gritó Jennie-
- Perdón, felicidades Rosé-
Tras hacer la primera dosis llegamos a la casa con nuestros hijos que pasamos por ellos a casa de mis padres. Jennie se veía más agotada que otra cosa.
- Creo que no debemos seguir abusando de tu madre- me dijo Jennie mientras acostaba a Liam en su cuna blanca, a diferencia de la Mia que era siempre todo combinado con marrón y rosa.
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- No creo que a ella le moleste amor-
- Lo sé, pero no debemos abusar... Mia debe seguir yendo a su guardería, yo cuidaré a Liam hasta que tenga un año y lo ponemos como a Mia-
