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El sonido del disparo hizo a ambos estremecerse. Chris se apretó más contra el casillero, intentando encogerse en su lugar ya lo suficiente pequeño. Riley susurró palabras de consuelo, pero Chris no parecía escuchar ninguna

— Tienes que tranquilizarte, o si no nos escucharán y terminaremos como el policía —Susurró

Esas no parecieron ser la mejor elección de palabras al oír a Chris soltar un gemido aterrorizado

— Lo siento, mala elección de palabras —Se disculpo, apoyando su frente en el pecho del menor— Pero realmente necesito que calmes tu respiración

Chris realmente lo estaba intentando, pero el terror era demaciado. Su visión se nublo y el cerró sus ojos con fuerza, sus manos se movieron al cuello de Riley y lo abrazo con fuerza, y un poco de esfuerzo viendo el lugar en el que estaban. Riley abrió sus ojos sorprendido, no se lo había esperado

Sonrió y tarareó lo más bajo que pudo

— Respira para mí Chris, estás bien, lo prometo —Llevo sus manos a la cintura de Chris y correspondió el abrazo, prestando atención a los latidos del corazón de Chris, los cuales parecían ir cada vez más lentos, al igual que su respiración— Sabía que podías hacerlo

Chris apoyo su cabeza en la de Riley y soltó una última respiración temblorosa, dejando que el calor de Riley lo envolviera como una manta protegiéndolo del frío y del peligro, porque así se sentía Riley, un lugar seguro y tranquilizante, en el que podía ir cada vez que necesitaba escapar

— Gracias —Murmuró, apretando más a Riley contra el

— De nada —Devolvió suavemente

Not exactly a heroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora