"Ramito de violetas"

55 1 0
                                    

Atravesando un mar de flores te veía en mis sueños.
Entre azucenas, margaritas y rosas gozabas de radiante felicidad, aunque solo te fijabas en las violetas.
Con casi un chasquido posterior a la noche de ese sueño, buscándote sin suerte alguna, desperté.
Me preguntaba ¿por qué recolectabas esas violetas? Tuve un inmenso interés por tal flor.
Un veintidós de noviembre comprendí las movidas del destino. Me reí y dije: -buena jugada, amigo mío.
Fue cuando ví a una mujer delgada, alta y elegante, cabello negro lacio, profundo mirar y de piel canela.
Traía una violeta en su negro pelo, justo como aquel sueño.
Desde ahí se cultivo una semilla de amor en mi, la cual intenté que germinara con toda mi dedicación.
Decidido ha convertirme en un jardinero que cuidara de esa mujer que se convirtió en mí flor, me volvió fan de las flores de violeta.
Descubrí que era de pétalos frágiles, para oler su fragancia debías sembrarle tú alma con ardua pasión.
Amor que crecía, hasta que de la absoluta nada dio un giro. creía entender las movidas del destinó desde ese día, pero me di cuenta que solo soy un peón en su ajedrez.
Semanas pasaron y la flor dejo de tener su fragancia para mí, perdió un poco de color y pensé: -¿será que en algo no la cuidé? O ¿Está flor estaba destinada a no ser mía?
Tal como empezo termino, una mujer marchandose no solo con una violeta en su pelo, sino también que sin ser nada se llevó la semilla de mi amor.
Por eso cada veintidós de noviembre, cómo siempre y sin falta, llevaba yo a al jardín del amor que no pudo ser un ramito de violetas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 10, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"Ramito de violetas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora